El mercado mundial de quesos está en plena expansión. Con un valor actual estimado en US$ 105.500 millones, alcanzará los US$ 178.500 millones para 2035, según un informe de Future Market Insights.
La consultora destaca que el crecimiento se acelera a una tasa de entre 4% y 5% anual, por encima del promedio histórico de 3-3,5%. El impulso proviene de varios frentes:
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Asia y Medio Oriente: la expansión de cadenas de pizza y hamburguesas dispara la demanda de mozzarella, queso crema y procesados.
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Europa y Norteamérica: el consumo per cápita es alto, pero la premiumización sostiene el valor, con quesos especiales, certificaciones PDO/PGI y formatos indulgentes.
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Latinoamérica: Brasil, México y Argentina concentran el consumo, con fuerte influencia del fast food y patrones de dieta estadounidenses, aunque la volatilidad económica genera desafíos.
La categoría vegetal también gana protagonismo, con quesos plant-based que, aunque pequeños en volumen (US$ 3-3,5 mil millones), crecen a doble dígito gracias a la innovación y la apuesta de grupos tradicionales como Bel o Danone.
Además, crece la oferta de quesos funcionales: sin lactosa, reducidos en sodio o enriquecidos en proteínas y calcio, respondiendo tanto a consumidores mayores como a familias con niños.
Los desafíos incluyen la volatilidad de precios de la leche, los altos costos energéticos y la falta de mano de obra. No obstante, la inversión en automatización, eficiencia energética y fusiones como la compra de los negocios de consumo de Fonterra por Lactalis muestran un sector en consolidación.
“El queso se está reposicionando como un alimento rico en proteínas y nutrientes, capaz de jugar un rol clave en las dietas modernas”, explica Nandini Roy Choudhury, consultora de Future Market Insights.
Fuente: Dairy Reporter