La plataforma permite registrar datos sobre el producto, como su ubicación al momento de empacarse.
Nestlé dio inicio a un programa piloto para auditar su producción de leche en Nueva Zelanda con tecnología blockchain. La multinacional planea con este proyecto brindar a su clientela información verificada de todos los procesos que se realizan en su cadena de suministro.
Los ejecutivos confirmaron que la plataforma registrará datos del ciclo de producción de sus productos lácteos en una cadena de bloques. Los usuarios podrán monitorear el traslado de la leche desde las granjas de Nueva Zelanda hasta las fábricas y almacenes de Nestlé en Medio Oriente. Asimismo, se espera que en un futuro la prueba se extienda a su producción de aceite de palma en América.
Nestlé ha realizado investigación sobre las tecnologías de contabilidad distribuida aplicada a su cadena de suministro desde el año 2017, trabajando junto a la empresa IBM. Aunque la multinacional ha sacado productos rastreables con la blockchain de IBM Food Trust, en este nuevo programa han decidido decantarse por otra plataforma.
Blockchain en la cadena de suministro
Los expertos de Nestlé utilizarán la blockchain de OpenSC para auditar su producción en Nueva Zelanda. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) de Australia y la empresa BCG Digital Ventures desarrollaron esta plataforma basada en blockchain a inicios de este año. La red permite registrar datos sobre dónde, cuándo y cómo se produce un alimento, información que puede ser verificada de forma independiente.
En experimentos realizados anteriormente a la industria pesquera australiana se reveló que OpenSC trabaja con etiquetas de RFID. El RFID es un sistema de identificación de radiofrecuencia que permite determinar y certificar el lugar y la hora exacta en que un producto se etiquetó. OpenSC permite que los clientes sepan quién produce la materia prima y si cumple con los requisitos sanitarios o principios éticos.
El uso de plataformas basadas en tecnologías blockchain para mapear las cadenas de suministro se ha popularizado entre los productores de comida. Por ejemplo, la cadena de supermercados Carrefour lanzó un código QR habilitado en el embalaje de sus productos que permite verificar datos en una blockchain. La explotación laboral, el maltrato animal y la falta de cuidados sanitarios empujan a la población a querer saber más sobre dónde provienen sus alimentos.
Según detalles de la página web de Open SC, todos los datos registrados en la plataforma son suministrados por los productores y verificados con las etiquetas RIFD. Es decir, es un sistema basado en la confianza. Aunque estas plataformas pueden resultar más transparentes que los sistemas actuales, esto no significa que toda su información sea fidedigna. Un punto que hay que tomar en cuenta al momento de hablar de blockchain en las cadenas de suministro de Nestlé.