Con casi un siglo de presencia en la Argentina, Nestlé enfrenta un desafío central: conservar el valor emocional de sus marcas clásicas mientras se adapta a un consumidor cada vez más exigente, informado y atento a la sustentabilidad. La clave, según la compañía, está en combinar tradición, innovación y escucha activa.
Productos emblemáticos como Nido, Nesquik, Nescafé o KitKat forman parte de la vida cotidiana de generaciones de argentinos. Mantener esa cercanía implica no solo respetar su identidad original, sino también aggiornarlos a nuevas demandas vinculadas con la nutrición, el formato y el impacto ambiental.
“Tenemos marcas muy queridas, pero también una enorme responsabilidad: seguir innovando, mejorar el perfil nutricional de nuestros productos y acompañar a las personas en todas las etapas de su vida”, explica Verónica Rosales, directora de Comunicaciones y Asuntos Públicos, Innovación y Sustentabilidad de Nestlé para Argentina, Uruguay y Paraguay.
La estrategia combina lineamientos globales con adaptación local. Muchas campañas y desarrollos nacen a escala internacional, pero se ajustan a las particularidades de cada mercado. “Escuchar al consumidor es clave para construir marcas fuertes y relevantes. La consistencia entre lo que una marca promete y lo que ofrece es fundamental”, sostiene Rosales.
Esa mirada se refleja en lanzamientos como Nescafé frío, Dolce Gusto Frappé, bebidas listas para tomar y versiones de Nesquik con menos azúcar, todos alineados con tendencias de conveniencia, menor contenido de azúcar y nuevos hábitos de consumo. La premisa es clara: la tradición sola no alcanza si no se entiende cómo evoluciona el consumidor.
La sustentabilidad es otro eje central. Cada vez más personas evalúan no solo el producto final, sino también cómo fue elaborado y qué valores expresa la empresa. Un ejemplo concreto es el cambio en la icónica tapa roja de Nescafé por una transparente, más fácil de reciclar. “Fue una decisión simbólica, pero necesaria. Y se la explicamos al consumidor”, destaca Rosales.
Nestlé afirma haber alcanzado el objetivo de recolectar y reciclar el mismo volumen de plástico que introduce en el mercado, aunque reconoce que el compromiso del consumidor es indispensable para cerrar ese círculo.
Así, la compañía articula tres pilares para sostener sus marcas en el tiempo: herencia cultural, innovación constante y una agenda de sustentabilidad que atraviesa toda la cadena. En un contexto de consumo más consciente, ese equilibrio se vuelve decisivo para seguir siendo relevante hoy y para las próximas generaciones.
Fuente:
El Cronista –
https://www.cronista.com/negocios/como-nestle-mantiene-vivas-marcas-iconicas-en-un-consumidor-que-cambia/






