Desde de la década de 1970 con la expansión de la producción a nivel global y la creciente demanda de ingredientes estandarizados para la industria alimenticia, empresas como Fonterra (Nueva Zelanda), Arla Foods (Dinamarca), Lactalis (Francia), y Dairy Farmers of America (Estados Unidos) impulsaron la comercialización global de estos productos, estableciendo contratos estandarizados y participando en plataformas de subastas como el Global Dairy Trade (GDT), fundado en 2008 por Fonterra.
El GDT es una plataforma de subastas en línea que se utiliza para la venta de leche en polvo, mantequilla, y caseína; proporciona una referencia de precios internacional y es utilizada por compradores y vendedores para negociar contratos a largo plazo. Su influencia es tan grande que sus valores afectan los precios a nivel global.
El South Dairy Trade (SDT) es una herramienta que fue creada para facilitar el comercio de productos lácteos en América del Sur, particularmente entre Argentina, Brasil, y Uruguay, y que permite a los productores y compradores de la región acceder a precios competitivos y transparencia en las transacciones.
El Uso de Ingredientes Lácteos en la Industria
Los ingredientes lácteos encontraron su lugar como elementos esenciales en diversas áreas de la industria.
En la producción de alimentos para bebés, las fórmulas infantiles y los suplementos nutricionales confían en la calidad de la leche en polvo y el suero para proporcionar los nutrientes necesarios a los más pequeños.
En panadería y confitería, la presencia de la leche en polvo, la mantequilla, y la caseína se percibe en cada bocado de galletas, pasteles, chocolates o caramelos, aportando sabor, textura, y calidad a los productos. Incluso los lácteos procesados, como el yogur, los helados y los quesos, dependen de estos ingredientes para mantener su frescura y cremosidad.
Pero los ingredientes lácteos no solo tienen como destino la industria alimenticia, ya que su uso se extiende a otras industrias de maneras sorprendentes.
En la industria farmacéutica la lactosa es valorada por su inercia química y capacidad de compresión, es un excipiente fundamental en la fabricación de tabletas y cápsulas. Mientras tanto, en la industria cosmética, ingredientes como la caseína y el suero de leche se mezclan en cremas y lociones, aprovechando sus propiedades humectantes para el cuidado de la piel y el cabello.
Aún más inesperado es el papel de los lácteos en la industria textil. Desde la década de 1930, cuando en Italia se desarrolló un tejido sintético a base de caseína conocido como “lanital” o “fibra de leche”, la caseína ha ofrecido una alternativa sostenible y creativa en la fabricación de telas.
Hoy, la fibra de leche resurge en marcas de moda sostenibles como Qmilk en Alemania, que utiliza caseína para producir tejidos ecológicos y suaves, y en iniciativas de diseño textil en China y Japón que buscan alternativas sostenibles a las fibras convencionales.
Y así los ingredientes lácteos tienen muchas más historias que contar más allá de la mesa.
El mercado de commodities lácteos es un sector complejo y dinámico que abarca una variedad de productos y actores globales. Plataformas como el GDT y el SDT juegan un papel fundamental en la determinación de precios y en la facilitación del comercio internacional, asegurando transparencia y eficiencia.
Principales Productos y Países Exportadores
- Leche en polvo:
Es uno de los productos lácteos más comercializados a nivel global, liderado por países como Nueva Zelanda, Estados Unidos, la Unión Europea (especialmente Irlanda, Alemania, y Países Bajos) y Australia.
En 2023, Nueva Zelanda se consolidó como el mayor exportador mundial, controlando más del 50% del mercado global, e impulsada por Fonterra, su cooperativa lechera insignia.
Sin embargo, otros actores clave han emergido en este mercado. Argentina, por ejemplo, exportó alrededor de 185 mil toneladas de leche en polvo en 2023, generando más de 600 millones de dólares en ingresos, con destinos que van desde Brasil —su principal comprador— hasta Argelia, China y Rusia.
Uruguay, por su parte, fortaleció su relación comercial con Brasil, a donde envía casi el 70% de sus exportaciones de leche en polvo, lo que le permitió alcanzar en 2023 cerca de 130 mil toneladas exportadas y 420 millones de dólares en ventas.
En contraste, Brasil se presenta como un importador neto, adquiriendo aproximadamente 110 mil toneladas al año, principalmente desde estos dos últimos países, para satisfacer su demanda interna.
- Suero de leche y lactosa:
Estados Unidos y la Unión Europea dominan su producción global, aprovechando la creciente demanda de la industria alimenticia para productos como alimentos para bebés, panadería, confitería y suplementos deportivos.
Sin embargo, otros países de América Latina también están dejando su huella. Argentina, por ejemplo, exporta suero en polvo, especialmente hacia mercados vecinos como Brasil, además de Argelia y Rusia, con exportaciones de unas 30 mil toneladas en 2023 que generaron cerca de 70 millones de dólares.
Mientras tanto, Brasil, con su dinámica industria alimenticia, no solo importa suero de leche, principalmente de Argentina, Estados Unidos y la Unión Europea, sino que también contribuye a la demanda regional del producto.
México emerge como uno de los mayores importadores de suero de leche en América Latina, con compras de alrededor de 100 mil toneladas en 2023, valoradas en aproximadamente 200 millones de dólares, siendo Estados Unidos su principal proveedor gracias a la proximidad geográfica y acuerdos comerciales favorables.
- Mantequilla y quesos:
La historia de los mercados globales muestra un predominio de exportaciones desde la Unión Europea, Nueva Zelanda y Estados Unidos, que destinan estos productos principalmente hacia Asia, América del Norte y Medio Oriente.
Sin embargo, en América Latina, Argentina se destaca como un exportador significativo de quesos semiduros y duros, como el reggianito, con exportaciones de aproximadamente 75 mil toneladas en 2023, dirigidas principalmente a Brasil, Rusia y Chile, generando ingresos de alrededor de 300 millones de dólares.
Uruguay sigue una trayectoria similar, exportando principalmente a Brasil, que representa el 85% de sus ventas de queso, con 20 mil toneladas enviadas en 2023, lo que se tradujo en ingresos de 70 millones de dólares.
México, a su vez, complementa su producción local con importaciones de quesos europeos y estadounidenses, principalmente para cubrir nichos de mercado que demandan productos de alta gama.
La presencia de estos países latinoamericanos en los mercados lácteos globales demuestra su creciente relevancia en un entorno que, aunque sigue dominado por los gigantes tradicionales, empieza a ver nuevas alianzas, estrategias y dinámicas comerciales que modifican la narrativa del comercio internacional de lácteos.