El terremoto de 7.1 grados del 19 de septiembre de 2017 fue el parteaguas para la pequeña empresa de lácteos Lactography, que nació en 2012.
Ese día, como consecuencia del temblor, se cayó el techo de la oficina y aplastó la computadora con todos los archivos importantes. Ese incidente los llevó a tener su información desde la nube.
“Nos salvamos” de morir como empresa, recuerda la directora de operaciones de Lactography, Jessica Fernández, quien comercializa en restaurantes y hoteles del país una tonelada de quesos al año de productores de nueve estados del país.
La clave para salir adelante fue reorganizarse, cerrar la tienda de venta al público, definir mejor su mercado, afianzar el negocio y evitar tener sus archivos en una computadora, así que decidieron llevar su información a la nube con un pago de 500 pesos por una licencia.
Desarrollaron Quick-books, con costo mensual que va de 300 hasta mil pesos, con lo que llevan control de clientes, productos, servicios, facturación, manejo de gastos IVA, reportes mensuales e inventarios.
La herramienta permite a las empresas ahorrarse de 15 a 20 horas de labor administrativa semanales, lo que beneficia a las pequeñas empresas con poco personal.