El director regional de ProChile Los Lagos, Ricardo Arriagada, explica que, aunque Chile tiene una balanza comercial negativa en lácteos, ya que importó US$ 168 millones más de los que exportó en 2020, siguen existiendo oportunidades para crecer en envíos.
-¿Cuál es la realidad de la industria láctea a nivel nacional?
-Chile tiene una alta inversión y desarrollo de su industria procesadora láctea nacional, capaz de satisfacer a los consumidores más exigentes del mundo.
Durante el año 2020 se exportaron 80.923 toneladas por un total de US$ 205 millones a 34 mercados destacando cuatro mercados que en conjunto aportan un 67%. Los principales mercados de destino considerando el valor de la exportación correspondieron a Emiratos Árabes (23%), Estados Unidos (18%), Perú (11%), México (10%) y Rusia (5%).
Los principales productos exportados son las demás preparaciones (US$ 51 millones), leche condensada (US$48 millones), quesos (US$30 millones) y preparaciones para alimentación infantil (US$26 millones) entre otros. Los quesos están muy concentrados y se espera que podamos aumentar las exportaciones en esta categoría como la diversificación de mercados.
-¿Si Chile importa lácteos, por qué preocuparnos de exportar?
-Porque Chile tiene una capacidad instalada superior a la que producimos y tenemos una calidad de leche superior a otros competidores. Nuestro desafío es aumentar la matriz exportadora con empresas y productos lácteos más innovadores y de mayor valor, con un un foco en la sustenibilidad y en la diversificación de mercados emergentes, como China y otros.
-¿Por qué la leche chilena tiene una mayor calidad?
-Porque el 85% de la producción chilena de leche es en sistemas pastoriles de alto bienestar animal. Eso significa que las vacas no están encerradas en un establo en forma permanente, sino que se alimentan en praderas naturales. Esto significa producir una leche más saludable y de mejor calidad.
-¿En qué sentido la producción lechera nacional es sustentable?
-La sustenibilidad está en el centro del eje estratégico del sector como uso del agua, menor uso de fertilizante, energías alternativas, bienestar animal, balance de carbono, todas iniciativas que se encuentran en programas como “Chile Origen Consciente” que es una iniciativa liderada por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) del Ministerio de Agricultura, financiada con recursos de Corfo a través de la línea de Bienes Públicos para la Competitividad.
-¿Y qué papel cumple ProChile en este ámbito?
-ProChile aporta su apoyo en la internacionalización de la industria láctea. Para ello disponemos de 57 oficinas en 49 mercados en todo el mundo, que están a disposición de los exportadores, para conocer las nuevas tendencias y buscar nuevos nichos de mercado.
Por ejemplo, en las últimas semanas hemos realizado una serie de conversatorios con las Oficinas Comerciales de ProChile en Brasil, Perú, Venezuela, Colombia, Bolivia, Ecuador , Argentina y Paraguay; con Centroamérica en Cuba, Panamá, Costa Rica , Republica Dominicana y Guatemala. Junto a Fedeleche, el Consorcio Lechero y Exporlac, hemos evaluado la situación mercado a mercado de cómo está el sector lácteo en esos países, qué productos requieren y cómo la oferta nacional puede encajar con esas demandas.
En los próximos meses, continuaremos con estos conversatorios con Oficinas Comerciales de ProChile de Rusia, además de Asia y Medio Oriente.
-¿Qué papel cumple aquí la nueva marca sectorial “Chile Milk”?
-Está marca sectorial es un gran hito para el sector, porque es una herramienta que permitirá comunicar y posicionar los atributos de la leche chilena en mercados internacionales, a través de la marca sectorial ChileMilk. Si bien esta recién partiendo, es una marca con grandes atributos que serán valorados por los consumidores de otros países.
Fuente: Campo Sureño
