Producción récord en Nueva Zelanda y alzas en EE. UU. y Sudamérica contrastan con una demanda débil y precios a la baja en el GDT.
Agosto marcó un punto de inflexión para el mercado mundial de lácteos: la producción creció con fuerza en varias regiones, mientras los precios internacionales comenzaron a ceder. El último Global Dairy Trade (GDT) registró una baja del 4,3% en su evento 387, confirmando que la oferta supera el ritmo de la demanda.
Nueva Zelanda lidera esta tendencia con recolecciones récord: los sólidos lácteos subieron 8,9% y el tonelaje 6,7% respecto al año pasado. Este impulso proviene del ordeño invernal y un mayor uso de concentrados, con importaciones de palmiste que crecieron casi 30%. Estados Unidos también mostró un fuerte repunte (+3,4% interanual en julio), mientras que Argentina y Uruguay se expandieron 7,7% y 3,0% respectivamente.
Sin embargo, no todas las regiones acompañaron el alza. Australia sufrió una caída del 4,0% por factores climáticos, China redujo su producción un 3,4% y la Unión Europea apenas avanzó 0,2%. Este panorama disparejo resalta que, aunque la oferta global es sólida, su distribución regional sigue marcada por contrastes.
En comercio, los datos de julio confirmaron dinamismo en valor, pero con volúmenes irregulares. Nueva Zelanda mantuvo estables sus exportaciones, aunque con un aumento de 15,4% en facturación. Estados Unidos y Argentina reportaron incrementos significativos en volumen y valor, mientras que Australia se desplomó. Europa redujo volúmenes pero mejoró ingresos, y China aumentó sus compras 5,9% en volumen y 10,6% en valor, evidenciando resiliencia en la demanda.
De cara a septiembre y octubre, la presión bajista sobre los precios podría intensificarse, sobre todo en leches en polvo. Para productores e industrias, el desafío será gestionar riesgos en un entorno volátil, utilizando coberturas como futuros o contratos a precio fijo para amortiguar los impactos de un mercado con oferta abundante y demanda incierta.
Fuente: Farmers Weekly