Se trata de un programa creado en 2017 que busca fomentar el desarrollo de productos sustentables, que reduzcan el impacto en el ambiente, gracias a la utilización, entre otras cosas, de materias primas renovables.
En este caso, Corbalán es un emprendedor tucumano que creó la marca “Biopinturas Argentinas” y su innovación es una pintura látex que se fabrica a partir de proteína de suero concentrado de leche (residuo lácteo) y del mucílago que produce una planta de la familia de las cactáceas, también llamado baba de penca o baba de nopal.
Para poder llevar el sello de “bioproducto”, el umbral de composición mínima de esta pintura debe ser del 17 por ciento de los materiales mencionados, aunque este valor tiene en cuenta un margen de flexibilidad para contemplar variaciones en los métodos de producción.
En su página web, Biopinturas Argentinas señala: “Hemos creado un producto látex blanco para pared que sea amigable al medio ambiente, intentando que produzca el menor daño durante el proceso de fabricación, su aplicación y el resto de su vida útil”.
Y agrega: “Las pinturas ecológicas se elaboran prescindiendo del petróleo, un compuesto muy utilizado en el proceso de fabricación, que resulta tóxico durante la aplicación y altamente contaminante en su desecho. Por medio de este concepto desarrollamos el proyecto en donde se propone la utilización de un residuo lácteo como insumo principal para la formulación de la pintura látex para pared, evitando el desecho de este residuo”.