Es hora de hablar del futuro, salir un poco de la coyuntura. Porque ya sabemos que el año próximo en enero se va a volver a discutir por los precios congelados con la Secretaría de Comercio, seguramente las paritarias de marzo con Atilra serán nuevamente complejas, eso ya lo sabemos, pero sería bueno plantear otra agenda.
¿Qué cosas nos quedan pendientes por trabajar hacia adelante?
Nosotros siempre estamos mirando hacia adelante, velando por el futuro de las pymes dentro del sector lácteo argentino, que tiene que ser de progreso. Nosotros tenemos segmentadas las pymes, donde tenemos diferentes realidades y obviamente diferentes necesidades. Entonces, estamos trabajando con tres esquemas.
Uno es la Micropyme que son empresas muy chicas, y este año por suerte se reglamentó el tema del establecimiento artesanal lácteo para las empresas de menos de 5.000 litros. Esas empresas generalmente están fuera del sistema, y obviamente fuera del Siglea también, un sistema que aunque reciba críticas de los dos lados, tanto de la producción como de la industria, creo que hoy es una referencia y hay que destacarlo. Estas empresas que están fuera de el sistema, hay que hacer un programa especial, hecho por el Estado, en este caso la Dirección de Lechería de la Nación, con los gobiernos provinciales, en donde hay que trabajar con el asociativismo e insertarlos a la formalidad.
Por otro lado después están las pequeñas industrias. Son empresas más chicas dentro de las pymes, para las que tenemos un programa, un proyecto que hemos presentado ante los gobiernos y hasta ahora no hemos logrado ponerlo en marcha, como sí pusimos en funcionamiento la plataforma de exportación Comex o los negocios de venta al público con la semana del queso.
En este caso tenemos el proyecto de una marca que hemos registrado nosotros, que es la marca Argendairy. Esa marca queremos que sea una marca común para las pequeñas empresas, para que tengan la posibilidad, tanto en el mercado interno, como en la exportación de desarrollar productos, de calidad como lo vienen haciendo, pero con protocolos establecidos para que se hagan los mismos quesos, de esa forma juntar volumen, y sumado a esa calidad, salir al mundo, fundamentalmente en los quesos. Eso daría mucho valor agregado a las regiones donde trabajan las pymes, y eso haría despegar la rentabilidad y la eficiencia de ese tipo de empresas.
Después tenemos las empresas medianas nuestras, que algunas han tenido un progreso importante, pero que también tienen otro tipo de necesidades. Hoy estamos apoyándolas en capacitación, en cuanto a financiamiento, obviamente que en este momento con las tasas actuales y la inflación que tenemos es muy difícil hablar de eso, pero es el camino que hay que lograr.
El proyecto fundamental de Apymel es que nadie está fuera del sistema.
¿Y ya mirando el panorama general de la lechería argentina?
Hay que luchar dentro del sector por una lechería grande. Y para lograr una lechería grande tenemos que estar todos unidos en cuanto a una política lechera argentina. Las industrias, como lo demostramos en el proyecto de precios cuidados de mitad de año, como también la producción. Porque es la única manera en que nosotros podamos fijar políticas lecheras a los distintos gobiernos es estando unidos producción e industria, confiar entre nosotros. Hoy hay cierta desconfianza, pero creo que hemos hecho avances, no estamos igual que antes, hemos progresado, por lo que tenemos que seguir sumando coincidencias, y dejar de lado las diferencias. Y entonces como sector ir a pelear, en el buen sentido, con las autoridades de turno para fijar una política lechera que nos permita rentabilidad y sustento en los distintos eslabones. El negocio lo tenemos que aumentar, y fundamentalmente, tratar que dentro de la cadena, de la torta lechera, tanto la producción primaria como la industrialización sea lo más rentable.