El número uno del gigante cordobés espera una lenta recuperación del consumo para el segundo semestre y vuelve a pedir acuerdos y medidas de largo plazo para generar previsibilidad. Los planes del grupo en 2021.

Poco más de un año atrás, cuando la crisis que desataría la pandemia no cabía en la mente de nadie aún, Luis Pagani mencionaba al coronavirus como uno de los factores a seguir que podrían influir negativamente en el escenario económico global de 2020. En la entrevista exclusiva con APERTURA también hablaba de los precios de los alimentos, la discusión sobre los formadores y la inflación, en el ojo de la tormenta mediática en esas semanas de febrero. La historia de lo que sucedió con el Covid excedió a cualquier alerta temprana; la de la economía argentina y sus problemas recurrentes se agravó, al punto que los mismos temas siguen dominando la agenda 12 meses después.
La pandemia y sus protocolos continúan y esta vez el presidente de Arcor respondió por escrito las preguntas de la revista. Pero no dejó de referirse a los planes del grupo cordobés para este año, la situación del consumo masivo en sus distintas categorías y los intentos oficiales por ponerle un techo a la inflación. Anticipó el ingreso de la empresa en la categoría de pastas secas y habló sobre el joint venture con la multinacional estadounidense Ingredion para la producción de insumos alimenticios, una de las escasas noticias de negocios en lo que va de otro año que será, nuevamente, atípico.
– ¿Cómo cerró 2020 Arcor? El Grupo había comenzado un proceso de ajustes de costos para revertir las pérdidas del año anterior, con buenos resultados. ¿Cuál fue el balance?
En términos generales, los resultados de 2020 muestran una mejora respecto al año anterior, en gran parte gracias a diferentes acciones que habían sido iniciadas en 2019, entre las que se encuentran reorganizaciones operacionales, la aplicación de fuertes políticas de contención de gastos, un estricto control de los niveles de stock, un adecuado manejo del capital de trabajo y un menor nivel de deuda y la reducción de cargos financieros.
– En volúmenes, ¿en qué nivel están hoy las ventas? ¿Cómo describiría la situación del consumo masivo?
Actualmente el consumo se comporta muy similar a como finalizó en 2020, con mayores niveles de venta de productos de la canasta básica y esperando que la circulación reactive las categorías on-the-go, que los consumidores adquieren en canales tradicionales como kioscos.

“Hay que mirar con perspectiva de al menos cinco años para tener un horizonte. Se requiere de acuerdos básicos entre los sectores”

El año pasado cerramos con un crecimiento en volumen de ventas de 2 por ciento respecto a 2019, principalmente traccionado por el negocio de Alimentos que tuvo una importante recuperación, a pesar de la caída en otras categorías, como el caso de Golosinas.
– ¿Qué está ocurriendo en las distintas categorías? ¿Cuáles son las más y menos afectadas de los principales segmentos?
Hay que pensar que estamos comparando con un primer trimestre del año pasado, cuando todavía no se sentían los efectos de la pandemia y en ese sentido, el comportamiento del consumidor era muy diferente.
A partir de ese momento hubo cambios en los hábitos de consumo y algunas categorías se vieron favorecidas, entre las que se destacan aquellas vinculadas al consumo hogareño, traccionado por el consumo de las familias, que al pasar más tiempo en sus hogares incorporaron nuevos hábitos como la repostería, que implica comprar productos como el chocolate cobertura, al mismo tiempo que se gratifican con el consumo de algún chocolate.
– ¿Qué escenario prevé para este año? ¿Habrá un rebote?
Sin duda, el contexto actual es desafiante por una serie de factores internos y externos. Es difícil imaginar cuándo y cómo será la nueva normalidad post pandemia desde el punto de vista del negocio.
Veo un primer semestre con niveles de consumo similares a los últimos meses de 2020 y tal vez una recuperación que sería muy gradual para lo que resta del año, que no sería únicamente en Argentina, sino también en la región de Latinoamérica.
A su vez, estaremos sujetos a los avances en el plan de vacunación para atenuar la segunda ola de contagios y a las medidas sanitarias que se adopten.

US$ 2500 millones facturó Arcor en 2019.

– ¿Las segundas marcas son el segmento al que se vuelca hoy el consumidor? En ese sentido, ¿reformularon su portafolio o modificaron estrategias? ¿Cómo reaccionaron?
Arcor compite en distintas categorías. Hay categorías donde las primeras marcas no han sido tan afectadas, como el caso de ChocolatesEn cambio, por ejemplo en el segmento Galletas, las segundas marcas han tenido mayor incidencia, especialmente en autoservicios.
En definitiva, depende el negocio y del canal comercial. A pesar de que se ve una caída en el canal moderno, si lo analizamos en retrospectiva este canal recuperó el volumen que venía perdiendo en los últimos dos años.
También en el contexto de la pandemia tomamos determinadas medidas que nos permitieron reaccionar de manera rápida. Nos preparamos para enfrentar la coyuntura y tener la flexibilidad para superarla. En este marco hemos acelerado procesos de digitalización, entre ellos lanzamos la plataforma de e-commerce Arcor en Casa, para llegar a aquellos consumidores que eligen realizar una compra programada a través de las plataformas digitales.

ACUERDOS PARA TENER PREVISIBILIDAD

– ¿Qué es lo que más le preocupa hoy, desde el punto de vista de la macro?
Creo que la economía argentina debe integrarse al mundo con reglas del juego claras, que promuevan la inversión, las exportaciones y el empleo de calidad. Esta es la manera de generar un crecimiento sustentable inclusivo. Necesitamos transformar al país en una plataforma de inversiones para exportar al mundo, para lo cual es imprescindible que los acuerdos y las políticas públicas hagan eje en horizontes económicos en los que se reduzcan los desequilibrios macroeconómicos y permitan dar previsibilidad.
Por otra parte, en lo que respecta a la industria de la alimentación, el año pasado fue muy desafiante. Hicimos un esfuerzo muy importante manteniendo el abastecimiento de los productos desde el primer momento, adoptando todos los protocolos para garantizar la continuidad de las operaciones, con incrementos importantes en nuestros costos y precios congelados desde marzo del 2020.
– ¿Sirven los acuerdos de precios y salarios como medida para bajar la inflación? ¿Qué señal se necesita para moderar las expectativas y recomponer la confianza?
Yo creo que hay que mirar con perspectiva de al menos cinco años para tener un horizonte. Se requiere de acuerdos básicos entre los distintos sectores, con mirada a largo plazo, que en el mediano plazo establezcan una agenda post-pandemia que contribuya a mejorar los niveles de reactivación.
Los puntos básicos del consenso deberían girar en torno a la reforma impositiva, la formalización de la economía, la generación de empleo genuino y la inclusión laboral, para lo cual es crucial atender el tema de la educación. También es necesario un plan a 10 años que permita reducir los niveles de pobreza en nuestro país.
– ¿Ampliarán el porcentaje accionario en Mastellone? ¿Qué porcentaje del paquete tiene hoy el Grupo?
En relación a Mastellone, tenemos un porcentaje cercano al 49 por ciento con una opción de compra del resto del paquete accionario ejercible hasta 2025.
– ¿Cuáles son los planes principales de Arcor para este año en materia de lanzamientos y categorías?
Este año es especialmente importante para nosotros ya que celebramos el 70 aniversario de nuestra compañía.
Nuestra historia comenzó del sueño de un grupo de jóvenes emprendedores en Arroyito, un pequeño pueblo de Córdoba. Tenían la aspiración de producir y vender caramelos al mundo y no sólo lo lograron, sino que Arcor siempre fue por más. En nuestra historia siempre crecimos en nuevas categorías y negocios, cada vez alcanzamos una mayor expansión geográfica llegando a más de 100 países con nuestros alimentos, y generamos alianzas con socios estratégicos para potenciarnos.
En esta línea, recientemente anunciamos la firma de un acuerdo para la creación de un joint venture con la empresa global Ingredion, para producir insumos de valor agregado esenciales en la industria alimentaria, de bebidas y farmacéutica, cuyo paquete accionario estará conformado en un 51 por ciento por Arcor y en un 49 por ciento por Ingredion.
Por otra parte, en febrero ingresamos a una nueva categoría a través del lanzamiento de pastas secas con las marcas Arcor y La Campagnola. En esta primera etapa ingresaremos al mercado interno, y una vez consolidada nuestra presencia en las góndolas, está previsto exportar a Uruguay, Paraguay y Bolivia.
También está en marcha la construcción de la planta de Angola, que prevemos inaugurar este año con el objetivo de abastecer al mercado local y a toda África subsahariana.
Mirando al futuro, la pasión, el espíritu emprendedor y el compromiso seguirán siendo el vector esencial de desarrollo de Grupo Arcor para los próximos 70 años.
La versión original de esta nota se publicó en el número 327 de Revista Apertura.

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