La empresa de productos lácteos y bebidas Pascual ha centrado sus trabajos en la optimización de sus flujos logísticos, en la reducción de su huella de carbono y en la incorporación de vehículos propulsados a gas, híbridos y eléctricos a su flota, y seguirá en la misma senda este año.

No obstante, según reconoce su director de Logística y Planificación de la Demanda y Distribución, Pedro Marín, la cascada de cambios normativos en materia de sostenibilidad y lo que califica de “sobresaltos” en el coste de vehículos y combustibles ponen en riesgo los plazos de administraciones y empresas para neutralizar emisiones.

“En momentos como los que estamos viviendo, no debemos olvidar los demás pilares de la sostenibilidad y tampoco la parte económica, que es muy importante”, argumenta Marín. En la coyuntura actual, “no podemos permitirnos que los números sean rojos”, advierte el directivo. Por ello, “es más necesaria que nunca la estabilidad normativa, la inversión en infraestructuras y los incentivos a las empresas que apuestan por la sostenibilidad”.

Marín reconoce que desde la empresa se ha seguido con preocupación el debate sobre la eliminación total o parcial de la bonificación del gasóleo a los transportistas, que finalmente ha terminado prorrogándose hasta junio con una rebaja de las ayudas de 10 céntimos a partir del segundo trimestre. Según el directivo de la empresa cargadora, temían un ascenso de los costes de explotación de los transportistas, que terminaría impactando en los demás eslabones de la cadena. “Son muchos los gastos que estamos asumiendo las empresas”, afirma.

En el caso de Pascual, su director de Logística sostiene que “ha seguido en línea con lo presupuestado, respecto a su volumen de facturación, tras un verano donde el sector horeca recuperó los niveles de consumo prepandemia”. No obstante, la compañía española no quita el ojo al escenario remanente de 2022, marcado por los últimos coletazos del Covid-19, la huelga de transporte, la inflación y la guerra de Ucrania.

Todos estos factores, además de provocar un alza de precios de materias primas que afecta directamente al sector lácteo, se unen a la sequía, por la que hace unos meses se alzó la voz de alarma por una posible escasez de suministro. Pedro Marín apunta que el mercado mundial está especialmente tensionado y que el añadido de la sequía “podría estar teniendo un impacto coyuntural en la estructura nacional de aprovisionamiento de leche”.

No obstante, “contamos con un modelo estable de relación con el ganadero que garantiza en todo momento el aprovisionamiento”, asegura Marín. “Aunque no podemos adivinar el futuro ni el impacto definitivo de las circunstancias que limitan la producción, nuestra compañía tiene la tranquilidad de seguir contando con un adecuado suministro de leche”, añade.

La empresa cargadora mantiene acuerdos estratégicos con Carreras y STEF como proveedores logísticos

Según reconoce el directivo, la esencia de una compañía de alimentación como Pascual está marcada por el peso que tiene el transporte en los costes, especialmente el transporte por carretera, un sector que actualmente sigue viéndose afectado por la cronificación de la falta de conductores.

Como cargadores, desde Pascual explican que su papel es “atraer a nuevos profesionales al sector, para lo cual es fundamental ganar atractivo”, según Marín. Para ello, “apostamos por las relaciones duraderas y sostenibles con proveedores de transporte, lo que permitirá a nuestros transportistas contar con la seguridad necesaria para atraer a los mejores conductores”. Entre esos proveedores se encuentra Carreras, con los que a principios de 2022 la empresa láctea llegaba a un acuerdo para gestionar con ellos sus operaciones de transporte y almacenaje.

También hay firmado un acuerdo con STEF para la distribución de productos a temperatura controlada, “aunque la mayoría del volumen lo seguimos gestionando de forma directa”, añade Marín. No obstante, adelanta que la compañía no cierra puertas a seguir explorando más vías de cooperación este año, siempre que supongan una mejora sobre los servicios que ya existen.

En su opinión, la colaboración es la clave para afrontar retos como la sostenibilidad, los costes de la energía y la propia crisis del transporte. “Es más importante que nunca optimizar los flujos logísticos y debemos hacerlo de forma colaborativa en aquellos servicios que no podemos mejorar, contando solo con nuestros productos”, afirma. A nivel regional, mantienen acuerdos con operadores logísticos como ID Logistics, TXT o Just Fresh.