La forma en que se crían, manejan y tratan a las vacas lecheras puede influir significativamente en la composición y la calidad nutricional de la leche que producen.

Luis Fernando Méndez, ingeniero agrónomo gerente del proyecto ‘Gerente Lechero’ asegura en una charla para Almagan que hace 15 o 20 años todos los temas del progreso de la ganadería han ido cambiando y ya se habla de etología, que hoy se conoce con el nombre de bienestar animal.

El bienestar animal se refiere al estado físico y psicológico de un animal en relación con las condiciones en las que vive y es tratado. Incluye aspectos como la alimentación, el alojamiento, la salud, el comportamiento y la capacidad de expresar comportamientos naturales.

De acuerdo con Méndez, “la primera ley del bienestar animal es nutrir bien para animales libres de hambre, sed y desnutrición y cuando uno logra eso, consigue el bienestar animal”.

Para el experto, si las herramientas se usan de forma adecuada y se consigue el bienestar animal, también se crean productos de alta calidad, rendimiento zootécnico y, por ende, financiero.

“El mundo desea alimentos que tengan que ver con el bienestar de los animales, y no hay en el mundo mejor sistema de producción que el de pastoreo. Solo en 11% de la leche que se produce en el mundo, tiene la connotación del comercio exterior y, de ese escaso 11%, menos del 20% de esa leche está asociada a sistemas de pastoreo”, describe Méndez.

La producción de leche basada en pastoreo se caracteriza por permitir que los bovinos accedan a pastos naturales y forraje durante la mayor parte del día. Este sistema se basa en la idea de proporcionar a las vacas un entorno que se asemeje lo más posible a sus condiciones naturales de vida, permitiéndoles expresar comportamientos innato como el pastoreo y el movimiento libre.

Es por esta razón que Méndez indica que “este es un llamado de oportunidad para decirle al mundo que la leche colombiana de pastoreo tiene un bienestar animal, sin igual. Este es un factor que no se debe olvidar para todos los retos que se vienen de ahora en adelante con los tratados de libre comercio”.

El pastoreo influye directamente en la calidad nutricional de la leche. Las vacas alimentadas con pasto fresco tienden a producir leche con niveles más altos de ácidos grasos beneficiosos, como los ácidos grasos omega -3, antioxidantes como la vitamina E y el betacaroteno.

Estos componentes no solo mejoran la calidad de la leche en términos de sabor y textura, sino que también pueden proporcionar beneficios adicionales para la salud humana.

Al adoptar prácticas que promueven el bienestar animal, los productores lácteos no solo pueden mejorar la calidad de sus productos, sino que pueden contribuir al bienestar de los animales y al desarrollo sostenible de la industria láctea, lo que traduce en una mayor rentabilidad para el productor.

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