Respecto de la producción del sector agropecuario durante la pandemia, manifestó que “es un rubro privilegiado” porque por trabajar al aire libre y en contacto con la naturaleza permitió “no frenar nunca” ni tener “mayores cambios en la actividad económica”.
-¿Cómo surge su vínculo con la producción lechera?
-Mi familia está vinculada a la producción lechera desde 1959. Mi padre me incentivó para poner mi tambo en 1984 y desde ahí no dejé de ser productor lechero. Hoy somos socios con mi hermano Guillermo. El establecimiento es en San José, en la zona de Arazatí que queda entre Rafael Perazza y Ecilda Paullier.
-¿Cómo ve al sector lechero?
-Tuvimos una crisis desde 2015 hasta ahora. Hoy, aparentemente tenemos un aumento importante en los precios que marcan los remates de Fonterra. Veo buenas perspectivas, pero debemos recordar que cuando hablamos del sector lechero en Uruguay hay que analizar todos los casos. Están los productores chicos, donde trabajan ellos principalmente, tenemos un sector medio con algunos empleados y también están los que más han crecido. Los productores sin escala todavía están complicados en casi todos los rubros porque los costos fijos los condicionan mucho. En mi opinión el precio de la leche hoy se debe consolidar en los 36 o 37 centavos de dólar para poder crecer. La lechería en Uruguay debe competir en tierras con la agricultura y debe resolver problemas de endeudamiento y de poca inversión en los últimos 5 años. En la medida en la que podamos ir resolviendo esos problemas vamos a tener un sector rentable que pueda competir.
-Hay mucha variabilidad. Para darte un titular se empezó muy complicado y se consumieron muchas reservas. Veníamos de 2 años complicados, y con esta seca de primavera llegamos muy complicados con ese tema. A partir de fines de enero llovió bien y ahí los que tenían sorgos o maíces tardíos pudieron acomodarse. Te diría que hoy los productores entramos complicados al invierno. Ahora que llovió está todo mucho mejor pero dependemos mucho de las reservas generadas. Algunos productores se jugaron todo a maíz temprano por sus sistemas de rotación y van a tener que buscar otras opciones.
-¿Cómo impactó la pandemia en el sector?
-El país está viviendo momentos difíciles, y hay que resaltar que el sector agropecuario es un rubro privilegiado. Indudablemente es un pilar fundamental para Uruguay, pero las características de trabajar al aire libre y en contacto con la naturaleza nos permitió no frenar nunca. A eso debemos sumar que no tuvimos mayores cambios en la actividad económica. Eso es un privilegio.
-¿Cómo ve la aplicación de tecnología en el rubro?
-Depende. Hay distintos tipos de productores en el sistema lechero uruguayo: tenemos aquellos que usan más grano y los que usan más pasto. La opción de la tecnología viene de los países que tienen sistemas más estabulados y donde hay mayor concentración de granos y forraje. Para avanzar en la tecnología se necesita capital. Hay que ver qué pasa con avances tecnológicos en el proceso de robotización. Es un gran desafío por ejemplo para los sistemas pastoriles que han crecido en vacas, ya que precisas robots para ordeñar rodeos grandes. Cada robot tiene su capacidad de ordeñe y es una inversión importante. Todo va a ir de la mano de la consolidación de los precios de la leche y la generación de un sistema rentable.
-El recambio generacional y el acceso a mano de obra dispuesta y capacitada, ¿es hoy un gran desafío?
-El recambio generacional no es un problema solo de la lechería, sino del país en general. Tenemos un problema de desempleo y en este momento UPM puede ayudar llevándose buena parte de la mano de obra. Es un problema del país porque tenemos que ver qué hacemos con los jóvenes que salen de los sistemas más primarios de la educación. En la lechería debemos ser atractivos para emplear jóvenes y capacitarlos. Debemos usar herramientas como la UTEC u otras carreras para formar mandos medios que ingresen al sector lechero, donde les podemos dar buen trabajo y buena remuneración en la medida en la que el sector prospere. Hay que incentivar a los jóvenes a ingresar en la lechería. No sé si dentro de 5 o 6 años vamos a tener gente joven que vaya a buscar las vacas al fondo del potrero en la madrugada así llueva o truene. Eso hay que resolverlo y atraer gente.
-¿Cómo está viendo el panorama internacional de precios y su transferencia al productor local?
-A la industria le cuesta hacer efectivos esos precios porque está vendida desde antes. La apuesta de los productores es que nos trasladen los buenos precios cuanto antes. Los lecheros tenemos un sistema que cobramos en pesos y la industria debe ir ajustando rápidamente los mejores ingresos en dólares al precio de la leche. Los productores somos el principal insumo porque les damos la leche. No nos pueden dejar caer y nos tienen que incentivar porque sin materia prima no pueden funcionar. Una industria sin leche no tiene futuro. Conaprole es una empresa muy grande a nivel país, pero a nivel mundial es muy chiquita. Tiene que lograr ser muy eficiente porque si no se le puede complicar.
-¿Cómo analiza la situación actual de costos?
-En sectores de alta inversión como sucede con la lechería o el arroz por ejemplo, la relación insumo-producto es alta. El problema es que el precio de la leche que recibe el productor a veces baja mucho más rápido que el precio de los insumos. Nosotros tenemos los costos dolarizados: raciones, herbicidas, fertilizantes, maquinaria, etc. El tema es manejarnos en una relación que nos permita ser rentables. A veces se dice que la leche debería valer 45 centavos de dólar, como sucedió en 2011 por ejemplo. No sé si eso es del todo bueno, porque arrastra los costos hacia arriba y cuando cae el precio los costos quedan arriba. Nuestro precio debe oscilar en los 36 o 37 centavos de dólar hoy. Con eso logramos ser rentables y no inflar los demás precios.
-¿Cómo está la situación del endeudamiento del sector?
-Se dice que el sector lechero uruguayo tiene 300 millones de dólares de endeudamiento. Lo que deberían considerar los bancos es que para que sean viables los productores hay que mirar el proyecto productivo y económico, y no tanto las garantías. Estos productores endeudados se van a salvar en la medida en la que tengan un banco que apoye el proyecto y plantee un plan de pago viable. Los bancos cobran sus intereses y está bien, pero necesitan prestar dinero y para cobrar los mismos necesitan productores fuertes. En Nueva Zelanda por ejemplo hay productores que se endeudan hasta en un 70%, pero los gerentes de los bancos visitan seguido el establecimiento y evalúan la capacidad de repago que hay.
-¿Cómo ve la posibilidad de aumento de área de producción lechera o el crecimiento del número de vacas en ordeñe?
-No veo un gran aumento de área ni de vacas. El ganado se ha ido transfiriendo de unos productores a otros y lo que sí ha aumentado es la carga, que va equilibrando la situación. Veo que hay un aumento de las producciones individuales, y eso es lo que hace crecer la remisión de leche a planta a pesar del descenso en el número de productores.
-¿Cuáles son los principales desafíos del sector lechero uruguayo?
-Hay muchos desafíos. Debemos evaluar los sistemas de producción, generando los insumos para que los lecheros sigan creciendo. Un tema que no por ser trillado pierde valor es generar una producción amigable con el medio ambiente: en nuestro caso es fundamental. Hay que ir logrando políticas de Estado para avanzar en estos temas. La consolidación de los precios por parte de la industria y su mejora en la eficiencia es muy importante ya que los productores crecen por eso. En la medida en la que esto funcione y se controlen los costos los productores van a poder reinvertir y ser más atractivos para la mano de obra. Finalmente quiero mencionar un aspecto político: INALE es nuestro único órgano representativo en el Estado y tiene más de 15 años. Deberíamos evaluar para qué fue creado, si está cumpliendo con sus objetivos y cómo debe posicionarse a futuro. Estamos en un sector que exporta por 650 millones de dólares e invierte medio millón a INALE. No sé si está bien o mal, pero hay que evaluarlo.
Es importante integración de la lechería con la agricultura
-¿Cómo vienen trabajando en la interacción con la agricultura?
-Acá me gustaría hacer una aclaración importante: la integración de la agricultura con la lechería es muy buena de realizar, pero es distinto integrarse con productores vecinos o discutir si tú tenés que hacer agricultura en el predio o no. Son dos situaciones diferentes. La integración de lecheros con vecinos agricultores tiene muchas ventajas para ambos. Los agricultores pueden arreglar un precio de antemano y sacan la cosecha 2 meses antes de que se seque en el campo. Los lecheros por su parte nos aseguramos el grano, es decir la energía, que es clave. Esto representa el mayor consumo de concentrado y podemos conseguirlo con menos precio ya que el flete es menor. Lo importante es hablar previamente entre ambos para generar acuerdos. En lo que tiene que ver con realizar agricultura dentro de tu campo depende de los sistemas de producción. En un tambo no te podés quedar sin fibra. Es fundamental tenerla, ya sea en silo, fardo o silopack. En la medida en la que tengas más vacas en ordeñe el espacio para hacer soja o cultivos de invierno es menor, pero si o si necesitas tener silos o fardos. Si el lechero se queda sin fibra es complicado.
-¿Qué cultivos son más útiles para el ganado lechero?
-Para darle de comer al ganado se usa básicamente maíz o sorgo en verano, y trigo o cebada en invierno. Mucha gente ha integrado la soja a las rotaciones para tener otro rubro y limpiar los campos. Ahora tenemos más opciones de cultivos de invierno que van incorporándose a las rotaciones, pero ya pensando más en un negocio agrícola como es el caso de la colza o el lupino.
-Con los valores actuales, ¿se hace caro pasar los granos por el ganado lechero?
-Hoy una tonelada de ración sale en el entorno de los US$ 300. Estamos en una relación 1 a 1 con la leche aproximadamente. La leche está un poco por encima pero debemos considerar que en la ración hay desperdicios. En años anteriores la relación era mejor para dar grano, pero sigue siendo una buena opción para dar al ganado y que sea más eficiente. Tal vez hay que ser más cuidadoso y elegir los ganados para darle grano. La relación no es la mejor, pero no es mala.