La política comercial de Lactalis-Puleva, que para mantener sus márgenes solo cierra contratos de suministro con precios que no dan para cubrir los costes de producción, pone en riesgo decenas de explotaciones que suman cientos de empleos.
“Está pasando lo mismo que en Andalucía: han hecho una oferta con una bajada de precios enorme y, como no había otra alternativa, la gente ha tenido que aceptar. Hay una imposición de precios con el riesgo de que mucha gente no va a cubrir los costes de producción”, explica Francisco Fernández, director de la OPL (Organización de Productores Lácteos) Agaprol

Varias decenas de miembros de esa OPL, de ámbito estatal, se enfrentan en Catalunya a una presión, y con ella a un conflicto similar al que hace unas semanas se desató entre los ganaderos de leche andaluces y la multinacional francesa Lactalis-Puleva. Esta les impuso un precio de compra para su leche inferior a los costes que les supone producirla.

Este escenario de presión de la industria a los productores para mantener los márgenes de la primera pone en riesgo la continuidad de varias explotaciones que suman varios centenares de empleos (300 directos y un centenar de indirectos solo en Lleida). Esta situación se produce mientras la leche encadena un año y medio de encarecimiento en el que su precio de venta al público ha subido más de un 40%, según los datos del INE, que concentran ese proceso en la segunda mitad del año pasado.

Este miércoles, Mercadona vendía la leche de vaca de marca blanca a 97 céntimos el litro, mientras que las de Puleva salían a entre 1,29 y 1,60 euros. Mientras, los precios de Carrefour eran de 90 para la suya y de 1,00 a 1,99 para las de la filial española de Lactalis. Dia, por su parte, ofrecía la propia a 89 y la de la marca en cuestión de 1,59 a 1,90.

El alto precio de venta al público de la leche (en general) ha llevado a instituciones como el Banco de Alimentos de Barcelona a plantearse dejar de repartirla entre sus usuarios al resultarle inasumible el impacto de su carestía en sus cuentas.

El IPOD (Índice de Precios Origen-Destino) de la organización agraria COAG sitúa en los últimos meses en el 67% el margen que industria y distribución aplican a la leche de vaca entre las granjas y los lineales de los supermercados, y que había superado el 100% el año pasado y el anterior.

“Ahora mismo es ilegal subir los márgenes de beneficios a la leche, no se puede aumentar en ninguna parte de la cadena alimentaria porque está prohibido”, advierte Rubén Sánchez, portavoz de Facua. Anota que “habría que indagar si esas subidas están vinculadas o no a incrementos de los costes y si esos aumentos se les están pagando a los ganaderos, al sector primario”.

Organizaciones como Facua llevan tiempo reclamando al Ministerio de Agricultura que dirige Luis Planas “que dé información concreta sobre los precios en origen y destino de los alimentos y sobre los márgenes. Pero es completamente opaco sobre el resultado de los estudios que supuestamente está realizando, porque los anunció en enero, sobre la evolución de los productos primarios”.

¿Cuánto cuesta producir un litro de leche? Las conclusiones de un reciente estudio elaborado por la Universidad de Valladolid por encargo de la Junta de Castilla y León cifra en 58,06 céntimos por litro la media de esos costes para los primeros meses de este año en esa comunidad.

Además, los piensos y la energía se encuentran en precios elevados, pero sin incluir todavía las consecuencias que puede tener la sequía en un sector cuyos animales necesitan ingerir a diario, además de unos 15 kilos de pienso, otros 25 de paja y/o forraje seco para disponer de la fibra en la que se basa su sistema digestivo rumiante.

“Esos en torno a 58 céntimos por litro son el coste de producción. Cuando bajan de ese precio ponen a la gente contra las cuerdas”, señala Gaspar Anabitarte, responsable del sector lácteo en la organización agraria COAG.

“O firmábamos o dejaban de pasar a recoger la leche”

Las ofertas que la multinacional francesa ha planteado a los ganaderos se encuentran claramente por debajo de ese nivel. “Bajaron de 60,5 a 51,5 a partir de marzo, nos han ido recortando los ingresos hasta dejarnos trabajando por debajo de costes”, explican fuentes del colectivo de ganaderos catalanes afectados, que se encuentran ante un desfase del 11,2% entre ingresos y gastos de explotación.

En Andalucía, el plante de los ganaderos y la fuga de productores que sumaban 90 de los 220 millones de litros que anualmente procesa la planta granadina del grupo acabó conmoviendo a la multinacional, que cedió y elevó el precio del litro a 55,7 céntimos, más cerca de los costes.

06/06/2018 - granja de vacas productoras de leche
Producir un litro de leche cuesta de media 58,06 céntimos.  Ehrecke / PIXABAY

“Nos dejaron claro que o firmábamos o dejaban de pasar a recoger la leche. Y este es un producto que no se puede guardar más de un día, dos a lo sumo, con lo que las opciones eran entregarla al precio que nos decían o tirarla”, añaden las mismas fuentes.

“Debemos dar por finalizada la negociación”, exponía Lactalis en una carta remitida a los ganaderos catalanes a finales de marzo. En ella les advertía de que “los camiones saldrán con normalidad, pero únicamente se cogerá leche en aquellas explotaciones en las que se autorice a hacerlo”.

“Al suministrador que decida libremente mantener el suministro se le entregará, para su firma, el preceptivo contrato […] y se entenderá, por tanto, que con las condiciones indicadas cubre sus costes de producción”, concluía la misiva.

Sanciones de 1.800 a 11.500 euros por precios

Por su parte, la multinacional francesa rechaza esas acusaciones. “Como establece la Ley de la Cadena Alimentaria, es ilegal pagar por debajo de costes de producción y, por tanto, Lactalis no lo hace”, señalan fuentes de la compañía.

“Estamos estudiando denunciarlo. El problema es que tardan un año en resolverlo”

“Estos contratos están firmados por ambas partes” y no han sido “denunciados por ninguna de ellas ante las autoridades competentes, lo que reafirma que la ley de la cadena se cumple”, aseguran.

“Se da por sentado que estamos incumpliendo la ley, y lógicamente cumplimos la ley. Si no, los ganaderos no habrían firmado los contratos y estarían denunciados ante las autoridades competentes”, señalaron fuentes de Lactalis, que remarcaron que “se trata de negociaciones, no de imposiciones”.

Estas situaciones se están dando cuando la reforma de esa ley establece que industrias, intermediarios y distribuidores no pueden adquirir el género de agricultores y ganaderos a precios inferiores a sus costes de producción, y que eso debería llevar más de un año sin ocurrir.

“Estamos estudiando denunciarlo. El problema es que tardan un año en resolverlo y lo hacen con multas de 3.000 euros que a las empresas no les suponen nada”, señala el responsable de Agaprol.

Sabe de lo que habla: la docena de sanciones que ha ido imponiendo la AICA (Agencia de Información y Control Alimentarios) en lo que va de año en materia de precios, en unos casos por no incluirlos en los contratos y en otros por cambiarlos sobre la marcha, han oscilado entre los 1.800 y los 11.500 euros.

La multinacional gala recoge en su planta de Granada 220 millones de litros al año, que se quedarán en 130 con la fuga de proveedores. Otros 150 en la de Mollerussa (Lleida) y 90 más en Galicia, lo que supone que cada céntimo que rebaja como promedio en los contratos con los ganaderos le genera un margen de 3,7 millones de euros anuales.

“¿Qué están haciendo? ¿Están retando al Estado?”

“Los conflictos están desatándose porque la industria está proponiendo contratos con los precios a la baja, y bajar cinco céntimos supone comerse casi un 10% de los costes”, señala Anabitarte, mientras Fernández apunta que “las bajadas de Lactalis son las más grandes del sector”.

“La leche está en el supermercado en precios elevados, aunque al mismo tiempo son los más bajos de Europa”

El sindicalista llama la atención sobre dos aspectos de la deriva en la que está entrando el sector lácteo. “La leche está en el supermercado en precios elevados, aunque al mismo tiempo son los más bajos de Europa, y cuando te ofrecen el contrato te dicen que es lo que hay, que son lentejas “, describe.

En ese escenario, añade, las industrias “colocan en muchos casos a los ganaderos por debajo de los costes de producción ¿Qué están haciendo? ¿están retando al Estado?”, plantea, en referencia a las exigencias de la Ley de la Cadena Alimentaria.

“En la industria nos dicen que quieren recuperar lo que habían perdido en los últimos meses”, explican fuentes del colectivo de ganaderos catalanes afectados por la rebaja de precios de la multinacional francesa, que el año pasado trabajaron con una horquilla de 34,5 a 60,5 céntimos por litro. Un escenario que hizo que algunos optaran por cerrar sus explotaciones y sacrificar a sus animales en mataderos.

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