Roberto Urquía es, sin dudas, uno de los cinco empresarios más importantes del país. Siempre fue un hombre de consulta para presidentes, ministros. Haber sido senador (entre 2003 y 2009) lo puso más cerca de los círculos de poder, aunque prefirió regresar al llano.

Para escuchar sus pensamientos, los interesados generalmente deben viajar hasta General Deheza, su lugar en el mundo, en el que vio crecer a la sociedad de la mano de la empresa familiar y viceversa.

El contador por la Universidad Nacional de Córdoba y titular de AGD, que da empleo a cerca de cuatro mil personas en todo su conglomerado, asistió en esta ciudad a un encuentro con las autoridades del Banco de la Nación, que lo distinguieron (junto a otros importantes clientes de la entidad), y el cronista de El Diario aprovechó unos instantes para entablar un diálogo con él:

-Me llamaron la atención unas esperanzadoras declaraciones suyas, en el sentido de que Argentina ofrece oportunidades a quien las necesite…

-Yo soy un convencido de eso. Uno va a otros lugares, del mundo desarrollado fundamentalmente, donde las cosas funcionan, funcionan bien, pero es muy difícil crear nuevas oportunidades, precisamente porque están funcionando bien. Acá hay tantas cosas por hacer con esta economía tan fluctuante, que un día va para un lado y otro día va para el otro… Vos fíjate, nada en todo lo que se está trabajando en la Automatización e Integración Tecnológica (AIT), en todo lo que sean las tecnologías y en lo que Argentina es un líder en Latinoamérica.

El Gobierno debería apoyar a todas las empresas del sector con más decisión. Ese es un rubro, pero como ese, hay otros muchos. Vos hacé un análisis de la industria láctea de Villa María y la zona, por ejemplo. ¿Con cuánta gente empezó? ¿Comenzó siendo chiquita así y hoy es una potencia? Entonces sí, yo creo que hay una gran cantidad de nuevas oportunidades. Porque si vos te vas a Nueva Zelanda a hacer algo lácteo, seguramente ese que empezó chiquito así, sigue chiquito así, cuando acá creció y es líder. Creo que hay oportunidades en el país. Hay ejemplos concretos.

– ¿Las hay en nuestra región?

-Recién nos decían las autoridades que vinieron de Buenos Aires del Banco Nación que la región de Villa María es la segunda en el país en importancia para ellos. Con esa mirada tiene mucho que ver la aceitera y también el sector lácteo. No es casualidad que para ellos sea tan importante esta plaza. Yo tenía un amigo, que ya falleció, y que estaba en el sector aceitero en Dalmacio Vélez y después vino al sector lácteo. Él decía que Villa María tenía una cuenca petrolera; de petróleo blanco, la leche. Y tenía razón el Toto Storani, porque fijate cómo creció todo esto. Y mucho tuvo que ver la educación y, en ese rubro, la Escuela de Lechería. La verdad, hay que sacarse el sombrero…

– ¿Sacarse el sombrero ante Villa María?

-Y sí. Uno a veces pasa de noche con colaboradores cuando viaja a Buenos Aires o vuelve de Rosario, pero de día y tranquilos pasamos y Villa María está hermosa.

-Llama la atención que un empresario de su nivel siga viviendo en su General Deheza, que siga por así decirlo “dentro” de la fábrica, que pase mucho tiempo viendo cómo funcionan las cosas…

-Nosotros estamos muy cómodos donde vivimos y en los alrededores de donde vivimos, también. Me parece que es la función que tienen que tener los empresarios. Muchos emigran a Buenos Aires y creo que allá comienzan algunos problemas, porque lo genuino, el agregado de valor y la producción y el crecimiento en Argentina pasa por el interior y más en el interior profundo.

-Hace unos meses comenzó a sonar en Villa María el nombre de un amigo suyo, Litín Pizorno, para la Intendencia…

– ¿Qué te puedo decir del amigo Pizorno? Solo cosas positivas. Y me encantaría que si se lanza sea el nuevo intendente de Villa María, porque no tengo dudas de que va a continuar por la senda de crecimiento por la que viene transitando Villa María en los últimos 15 años. La comunidad de Villa María es admirable. Lo que han hecho ustedes es fenomenal. Yo, cada vez que vengo, me voy enamorado de Villa María.