Una segunda fase de un estudio realizado por la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad) y la Universidad de las Américas (UDLA) sobre la posible presencia de metales pesados en la leche cruda incluirá a la provincia de Pichincha. Empezará en agosto.
El objetivo es la generación de datos sobre contaminantes en alimentos, según la entidad estatal.
En una primera fase se tomaron 102 muestras de leche cruda, es decir, sin procesar y solo refrigerada de las provincias de Azuay y Cañar.
Esto, una vez que la Escuela Politécnica Nacional (EPN) identificara altas concentraciones de plomo en muestras de leche tomadas en dos tipos de envases, en Guayaquil, Quito y Cuenca, aunque en la última ciudad se encontraron más.
Luis Ramos, profesor investigador de inocuidad alimentaria de la UDLA, mencionó que en la segunda fase se van a analizar más muestras en otras provincias y también dependerá de lo que se requiera y de los resultados. Esto, añadió, podría indicar que en algunas localidades es necesario realizar análisis adicionales.
Sobre el plan de muestreo, este aún se lo define, pero se prevé extender la investigación a Pichincha, por el momento. Aquello incluirá la definición de los lugares específicos y el número de muestras necesarias.
Pichincha, al igual que en Cotopaxi, Chimborazo y en la zona sur del país, es donde hay mayor producción lechera, indicó.
El especialista señaló que se requiere hacer la investigación, no con una muestra puntual sino que con repeticiones de las muestras en los mismos lugares debido a que todo depende de las condiciones climáticas, si es época seca o de lluvia, por ejemplo.
La UDLA hace análisis, participa en la definición del plan de muestreo y luego en la interpretación de los resultados. Agrocalidad hace el muestreo.
Esa dependencia estatal indicó que, en relación con el estudio preliminar sobre la determinación de presencia de plomo en leche cruda, la investigación se encuentra en una fase inicial y aún no ha alcanzado conclusiones definitivas.
Los hallazgos actuales, sostuvo en un comunicado, no buscan establecer sanciones, ya que la presencia de plomo no necesariamente implica una contaminación intencional, sino que podría estar relacionada con los factores ambientales de las áreas de producción.
Siguiendo las recomendaciones de la comunidad académica, se encuentran en el proceso de ampliar la investigación para identificar posibles fuentes de este metal, agregó.
Según Agrocalidad, con base en los resultados preliminares obtenidos en las provincias de Azuay y Cañar, se extienden los puntos de muestreo y monitoreo para seguir los hallazgos desde los puntos de recepción de materia prima en la industria lechera hasta los centros de acopio y sus proveedores.
“Nuestro objetivo es trazar una ruta que nos permita identificar las zonas productoras de leche donde pueda haber una presencia natural de plomo”, agregó.
Los resultados se conocerían en el último trimestre del año. (I)
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