Los encausados vendieron a otro ganadero de Navahermosa 400 cabras incapaces de producir la cantidad de leche deseada por faltarles ubres o presentar quistes mamarios, según mantiene el ministerio público.
EN LOS SEIS MESES SIGUIENTES A LA COMPRA, MÁS DE UN CENTENAR DE LAS CABRAS FALLECIERON POR DAÑOS PULMONARES O HEPÁTICOS
Las conclusiones provisionales de la fiscalía, a las que ha tenido acceso Efe, señalan que tras varios contactos previos del comprador con los acusados, P.J.G. y la esposa de este, J.S., dueños de la explotación ganadera ubicada en la carretera que une Bullas y Cieza, municipios de la provincia de Murcia, se cerró la operación en junio de 2014.
Por esos ejemplares de cabras, de la raza murciano-granadina, el adquirente abonó en total el precio acordado, que se elevaba a 60.060 euros, pero al llegar los animales a su explotación en Toledo se encontró con que varias cabezas tenían una sola mama, presentaban quistes mamarios o padecían sequedad láctea.
Además, en los seis meses siguientes a la compra, más de un centenar de las cabras fallecieron por daños pulmonares o hepáticos.
Por esos defectos morfológicos, añade el escrito de la acusación, el comprador sufrió perjuicios que fueron tasados en algo más de 224.000 euros.
El ministerio público acusa a los esposos por un delito de estafa agravada y reclama para cada uno de ellos 20 meses de prisión y multa de 2.700 euros, así como que sean condenados a pagar como indemnización los 220.000 euros que reclama el comprador.