Las pizzerías deben enfrentar un brutal incremento en sus costos y una gran caída en las ventas.
La crisis lechera que se evidencia en el faltante de leche fluida en las góndolas de todo el país tiene un efecto secundario igual de grave que es un gran aumento en los derivados lácteos. Uno de los productos que más aumentó es la mozzarella que subió más de un 120%.
En diálogo con TODO PROVINCIAL Radio, Gabriel Gizzi, distribuidor de mozzarella para pizzerías comentó: “Desde marzo del 2018 hasta ahora, el kilo de mozzarella aumentó de 94 pesos a 205 pesos, un 120%. En el último mes aumentó 40 pesos y los productores nos dicen que no tiene techo”.
Sobre los motivos de esta suba de más del doble de la inflación promedio, el entrevistado señaló: “Por un lado se habla de la escasez de leche en un mercado que está monopolizado por La Serenísima. Por el otro, está creciendo la exportación de masa de mozzarella, la materia prima para elaborar este queso”.
“La masa de la mozzarella se exporta, por lo que a nivel local se termina pagando a precio dólar. El gobierno no toma ninguna medida para proteger al mercado interno”, expresó el trabajador del rubro.
El faltante de leche fluida se debe en parte por las inundaciones que afectaron a Córdoba y Santa Fe, el cierre de muchos tambos y la baja de la productividad por el mal precio que perciben los tamberos, la concentración del mercado y la creciente exportación, por ejemplo de leche en polvo hacia Brasil.
“Los pizzeros son los que más sufres, pagan la mozzarella un 120% más, otros costos son cada vez más elevados, pero a la vez venden cada vez menos”, explicó Gizzi y agregó: “Cuando le decimos lo que está pasando comprenden pero preguntan cuándo va a parar esto. Lamentablemente la respuesta es que no se sabe”.
“Está la masa de tambo y la masa de fábrica que es de mucho mejor calidad. Las fábricas de mozzarella se abastecen de distintos productores de masa. He escuchado que hay productores que deciden no comprar masa por los precios y los que la elaboran le responden ‘la verdad me haces un favor porque yo la exporto”, relató el distribuidor y concluyó: “En Argentina no puede ser que falte leche y que los lácteos sean incomprables, es insólito”.