La planta, que beneficiará directamente a 250 ganaderos, procesará 30.000 litros de leche al día.
Uno de los principales problemas del campo colombiano ha sido el rezago que existe en cuanto a infraestructura y tecnología que les impide a los agricultores dar un valor agregado a sus productos.
Precisamente, los lecheros, que en el último año no han pasado por su mejor momento, se han enfrentado a la necesidad de adaptarse a los nuevos requerimientos del mercado y a la búsqueda de soluciones cuando se presenta desperdicio de leche por culpa de una menor demanda.
Todo lo anterior fue lo que motivó a que desde 2019, en el Norte de Antioquia, cuenca lechera del departamento, se comenzara a trabajar en una planta pulverizadora de leche para el beneficio de productores pertenecientes a los municipios de Belmira, Entrerríos, Santa Rosa de Osos, San José de la Montaña, Yarumal y Angostura. Un proyecto que este año fue inaugurado y que ya está a punto de tener luz verde para comenzar a operar.
Leche como materia prima
En zona rural de Belmira, en medio de extensas montañas donde se fusionan diferentes tonos de verde y que a su vez sirven de punto de encuentro de siete municipios del Norte antioqueño, fue construida Vakanata, la pulverizada de leche que ya es realidad gracias a la alianza entre la Corporación de Ganaderos del Norte de Antioquia (Corpogansa), la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) y las Naciones Unidas (ONU).
Este proyecto, que cuenta con 1.750 hectáreas y que tiene una capacidad de procesar 30.000 litros de leche día y 202 litros de crema por día, se espera que entre en funcionamiento en el mes de marzo. En total, la inversión ascendió a $11.780 millones, de los cuales la ADR cofinanció $3.310 millones.
“El proyecto beneficia a más de 1.776 personas de forma indirecta y de forma directa a 250 afiliados de Corpogansa. La idea es aprovechar los excedentes que se generan en esa zona del Norte antioqueño y de esta manera se garantizará la compra de la totalidad de la producción en épocas de abundancia, lo que a su vez generará más empleo rural en la zona”, expresó a EL COLOMBIANO Rodolfo Correa, secretario de Agricultura de Antioquia y presidente del Consejo Nacional de Secretarios de Agricultura de Colombia.
Por su parte, Eugenia Pérez, directora de Corpogansa, afirmó que esta iniciativa de los productores de esa subregión se dio también por la necesidad de recortar el gasto de transporte, los tiempos y de darle un valor agregado a la leche.
“No solo entramos al mercado con leche en polvo, sino con otras líneas de productos desarrollados a base de leche en polvo. La leche es nuestra materia prima. Esperamos que a partir de marzo nuestros productos ya estén en el mercado y la gente los pueda degustar”, apuntó Pérez.
No obstante, el secretario Correa destacó que, aunque esta es una iniciativa importante, “evidentemente sus volúmenes de procesamiento tienen un impacto estrictamente local, para los afiliados a una de las muchas organizaciones existentes en el Norte antioqueño”.
¿2022 también será difícil?
Como “poco alentador” ve Correa el panorama de este año para los productores de leche, pues afirma que, según los cálculos, el faltante de leche en el país está por encima de los 1,6 millones de litros al día, evidenciando que la producción y el acopio han caído cerca del 15%.
“Esta coyuntura ha profundizado la brecha entre consumo y producción alejándonos cada vez más de la recomendación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de consumir 170 litros por habitante al año y evidencia que el país no es autosuficiente en leche. Como consecuencia de esta situación, los colombianos se podrán enfrentar a posibles desabastecimientos, a no poder nutrirse correctamente y a sufrir alzas en los precios por efectos del mercado, afectando su poder adquisitivo”, explicó el funcionario.
Por otro lado, tanto Correa como Pérez prevén que este año haya escasez de leche, debido a varias razones como el alza global de los precios de insumos y concentrados, migración de fincas productoras de leche a otros sectores económicos como la carne y otros cultivos frutícolas, y a factores climatológicos, entre otros.
Así, consideran que estos factores externos difícilmente se podrán solucionar en el corto plazo, por lo que proyectan que esta situación se extenderá uniéndose a la época donde tradicionalmente se generan heladas, reduciendo de esta manera la producción de leche en el país durante los meses de febrero y marzo.
Reempaque de leche
La reciente decisión del Consejo de Estado de declarar nula la prohibición del reempaque de leche, es decir, empacar el producto por segunda vez, inclusive, en recipientes usados, generó malestar dentro del sector.
Desde la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegán) habían afirmado que esto abre la puerta a la importación de leche con procedencia desconocida y no genera ningún valor para lo productores locales.
Felipe Pinilla, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (Analac), apuntó que “en ese sentido, el reto es grande y debemos seguir muy atentos de la gestión que entidades como el Invima realizan frente al tema”.
A esta preocupación se sumó Correa, pues consideró que “esta nulidad es abrirle el camino a fraudes sanitarios, al contrabando o al ingreso de leches vencidas o a punto de estarlo, para terminarlas comercializando en el país, lo que representa una amenaza para los consumidores”.
Y advirtió que los precios de los productos elaborados con este tipo de leche, al ser más baratos, afectan los precios del producto nacional y generan excedentes en el mercado.
Así pues, el panorama para los lecheros colombianos este año tampoco está muy optimista; por esta razón se han hecho llamados al Gobierno Nacional para buscar soluciones en el corto, mediano y largo plazo, orientadas a garantizar la producción de leche, evitando desabastecimiento y apoyando la sostenibilidad de las 736.000 personas que dependen de este sector.
PARA SABER MÁS
PRECIOS DE LA LECHE, ¿POR LAS NUBES?
La leche fue uno de los productos que más contribuyó al incremento de la inflación: de enero de 2021 hasta enero de 2022, su precio al consumidor tuvo un incremento de 16,78%.
Esta variación ya se está sintiendo en los bolsillos de los colombianos. Por ejemplo, ya en las tiendas de barrio, una bolsa de leche que se compraba antes en $3.000, últimamente está costando $3.300. Y es que, en general, este año las personas están pagando, en promedio, casi un 20% más de lo que pagaba en enero del año pasado por la comida, situación que amenaza a los hogares.