El motivo es que los ganaderos no reciben un precio que les cubra sus altos costes de producción, que ya venía subiendo desde finales de 2021 pero que se han disparado desde la guerra de Ucrania. El temor es que mientras un agricultor puede sembrar este año girasol y al siguiente cebada, un ganadero de leche que cierra no vuelve a abrir.
Syndilait considera que los ganaderos debería percibir un precio de 60 ct/l y para ello, la clave está en aumentar el precio al consumo. La leche es un producto básico y muy ligado a la cultura y gastronomía francesa, como lo es el pan. En consecuencia, si un francés paga más de 1 euro por un baguette, ¿por qué no puede pagar más de euro por un litro de leche?
El precio de la leche al consumo en Francia ha aumentado en un 1,5% cuando debería haber subido en un 20% -25% y romper el techo de 1 €/l que parece infranqueable para la distribución, demanda la asociación.
Además, el sector sigue trabajando en la implantación del logo «Lait collecté et conditionné en France» (Leche recogida y envasada en Francia) que se puso en marcha en 2015 y que ya lleva el 60% de los briks vendida en los lineales franceses.