El objeto del indicador geográfico es el reconocimiento y protección para identificar un producto como originario de la misma, cuando determinada calidad, reputación u otra característica del producto se refiera, fundamentalmente, al origen geográfico de alguno de los siguientes aspectos: materias primas, procesos de producción o factores naturales y culturales.
¿Qué es la cajeta?
La cajeta de Celaya, también conocida popularmente como dulce de cajeta o cajeta, es un dulce sólido y mascable, elaborado a base dulce de leche y que tiene su origen precisamente en la ciudad de Celaya en Guanajuato.
El origen de este dulce se remonta a la época virreinal cuando en la Nueva España se elaboraban dulces a base de leche gracias a la fácil adaptación y proliferación del ganado caprino y el difícil acoplamiento de ganados vacunos.
En un principio en la región del “Bajío” así como en la antigua “Villa de nuestra Señora de la Asunción de Zelaya” el empleo de la leche de cabra sustituyó lo que en las recetas originales se basaba en la leche de vaca, dando como resultado una receta y un dulce diferente, que adquirió el nombre de “cajeta” debido a las cajas de madera en las que originalmente se almacenaba el dulce
Cajeta: El postre del Bicentenario de México
En septiembre de 2010, la cajeta fue declarada “El postre del Bicentenario Mexicano“, con lo que se hizo honor a su historia, tradición y origen.
Y es que como ya se mencionó, la cajeta nació en la ciudad de Celaya,Guanajuato, estado donde comenzó la guerra de independencia mexicana en 1810, con el famoso Grito de Dolores del cura Miguel Hidalgo.
En Celaya, Hidalgo recibió de sus asistentes el nombramiento de Capitán General de las Américas, y decidió que la cajeta fuera un elemento importante de la Independencia, dada la facilidad para almacenarla y transportarla, y su duración de muchos meses sin descomponerse, convirtiéndose así en un complemento importante de la alimentación de las tropas pobremente alimentadas
Un alimento apreciado también durante la Revolución Mexicana
Existe una historia curiosa sobre este dulce típico mexicano, pues se sabe que al igual que en la Independencia, se le utilizó por el ejército durante la época de la Revolución Mexicana.
Por su alto contenido calórico, este alimento ayudó a sobrevivir y resistir el tiempo necesario a los soldados para lograr la victoria.