Por el lado de la demanda, Brasil ha vivido un escenario favorable para el consumo en los últimos meses, con bajas tasas de desempleo, crecimiento del ingreso promedio de los trabajadores y mayor circulación de dinero en la economía. Estos factores aumentaron el apetito de los consumidores, incluso por los productos lácteos.

Además, la oferta de leche no se recuperó como se esperaba para el período. En esta época del año, el volumen de producción se sustenta en gran medida en la región sur, que actualmente es la mayor productora de leche del país y alcanza su pico estacional precisamente en septiembre.

Sin embargo, este año la producción en la región parece ser inferior a lo habitual, lo que refleja en parte los daños causados ​​por los desastres ocurridos a finales del primer semestre del año. Además, la sequía prolongada y los desafíos climáticos, como los incendios recurrentes, también han perjudicado la producción de leche en la región Centro-Norte del país. En este contexto de oferta restringida y consumo acalorado, los precios de los productos lácteos cobrados por la industria fueron valorados, reflejándose positivamente en el precio de la leche pagado al productor.