Cifras de Servipunto, citadas en el informe, permiten observar que el aumento en precios de los productos lácteos en el canal tradicional durante diciembre fue muy similar, o incluso superior en algunos casos puntuales, al del resto del año.
En el caso de la leche, el mayor aumento en precios al consumidor en las tiendas de barrio se dio en Medellín (31 %), mientras que en los derivados lácteos (quesos, mantequilla y crema de leche) el incremento más alto se registró en Barranquilla (34 %).
El crecimiento de la demanda de alimentos, luego de la pandemia, fue uno de los factores que llevó al aumento en precios al consumidor de los alimentos, que, para la leche, cerró el año pasado con un incremento del 37 %. Para este año, las cifras de consumo de los tarjetahabientes del Grupo Bancolombia empiezan a mostrar una fuerte desaceleración en medio de un panorama que en general es de bastante incertidumbre.
Las ventas de la industria lechera comienzan a reflejar una menor dinámica comercial. El mayor precio de la leche al consumidor comienza a pasar factura a las ventas de la industria, cuya variación real anual, según el DANE, cayó 2,8 %, 9,4 % y 8,3 % en octubre, noviembre y diciembre, respectivamente. Estas caídas, que podrían continuar en parte de 2023, llevarían a que el crecimiento de la industria láctea este año esté por debajo de 2022, donde cerró en términos reales con un crecimiento de 1,2 % en producción y -0,5 % en ventas.
El crecimiento para la industria láctea estará en ganarle terreno al mercado informal. La industria procesadora en Colombia es bastante madura y cuenta, en esencia, con tres fuentes de crecimiento adicionales al aumento de la población: fusiones o adquisiciones, innovación y el mercado informal. Las dos primeras serán difíciles en los años que vienen, por la desaceleración económica y el alto costo de financiación, por lo que queda el mercado informal, a donde se dirigió en 2022 el 60 % de la leche cruda producida en el país.
La existencia de una fórmula de precio mínimo al ganadero ayuda a equilibrar el poder de negociación entre ellos y la industria transformadora. No obstante, quedan dudas sobre la velocidad del mecanismo, dado que durante 2021 el ajuste en precio estuvo bastante rezagado de cara al acelerado aumento en costos, y fueron las bonificaciones voluntarias, pagadas por la industria, las que evitaron una situación mucho más compleja para el ganadero por lo que Bancolombia plantea si es hora de repensar ese mecanismo para determinar el precio al productor.
Entre tanto, el acopio de leche varía por regiones y en 2023 podría caer en línea con el consumo. “El acopio de leche acumulado a noviembre creció 9,2 %, pero esa cifra por sí sola dice poco. Lo primero que se resalta es que Antioquia, principal productor nacional, apenas crece 1 %, posiblemente por las dificultades financieras de los ganaderos en 2021 y el exceso de lluvias por La Niña”.
En contraste, Boyacá creció 17 %, Nariño 9 % y el agregado del resto de regiones 20 %. Adicionalmente, el comportamiento mes a mes ha empezado a cambiar; mientras que de junio a octubre el acopio crecía entre 10 % y 13 % (variación anual), para noviembre el aumento fue de tan solo 2,7 %, lo que podría estar reflejando el menor apetito por compras por parte de la industria procesadora.
En 2022 se recuperó el acopio formal, pero pareciera que fue insuficiente. El crecimiento a noviembre de 2022 fue de 9,2 %, impulsado por un aumento del 48 % en el precio de la leche cruda (incluyendo bonificaciones voluntarias).
Esto le permitió al ganadero recuperar márgenes y afrontar el fuerte aumento en costos vivido desde 2021. Sin embargo, el nivel de acopio el año pasado se mantuvo cercano al promedio de la década anterior, y las cifras hacen pensar que, ante el acelerado ritmo del consumo, la industria tuvo que recurrir a mayores importaciones y un mayor uso de inventarios.
Aumentan las importaciones de leche
Un precio internacional de la leche en polvo al alza va a poner en desventaja las importaciones este año, pese a lo cual se puede seguir presentando un aumento de las compras externas.
“No es correcto hacer una comparación vis à vis entre leche en polvo importada y leche cruda local. Sin embargo, haciendo una equivalencia aproximada a partir del precio implícito de la leche en polvo importada desde Estados Unidos (llevada a estado líquido y puesta en puerto colombiano), puede concluirse que la leche importada viene superando en costo el precio pagado al ganadero. Esto es bueno para el productor primario, dado que favorece la comercialización de la leche cruda, pero una noticia no muy favorable de cara a la inflación de alimentos”, indica Bancolombia.
De otro lado recuerda que para 2026 y 2028 Colombia estará en libre comercio con Estados Unidos y la Unión Europea. Sin embargo, las importaciones de leche en polvo vienen superando los contingentes libres de arancel, casi desde el inicio de los TLC.
Aun con el arancel, las importaciones han sido atractivas, ya que es una materia prima que puede almacenarse y tiene un precio internacional muy volátil, lo que viabiliza las compras cuando se desploma la cotización internacional. Para 2023, el mayor precio internacional y un alto costo de financiación (inventarios) debería desincentivar las importaciones, a menos que por clima caiga la oferta local.