La volatilidad en los precios de los alimentos es un fenómeno que impacta a todos los eslabones de la cadena productiva, desde los productores y procesadores hasta los distribuidores y los consumidores finales.
Factores como la globalización, el cambio climático y las variaciones en la oferta y la demanda se han convertido en elementos clave para la toma de decisiones en la industria alimentaria.
El precio de los alimentos no solo refleja el equilibrio entre la oferta y la demanda, sino que también está influenciado por una variedad de factores externos, como la política comercial, las condiciones climáticas y las fluctuaciones en los mercados internacionales de materias primas.
Para la industria alimentaria, comprender estas variaciones es fundamental para gestionar la cadena de suministro de manera eficiente, establecer precios competitivos y planificar inversiones.
Además, interpretar correctamente los indicadores económicos y adaptarse a las tendencias del mercado son aspectos clave para mantener la rentabilidad y la competitividad en un entorno global que se vuelve cada vez más complejo.
El organismo destaca que Argentina es el país de América Latina que tuvo más inflación interanual de los precios de los alimentos en septiembre de 2024 (comparados con el mismo mes de 2023) con el 201.4%.
Le sigue Haití, con un 38.1%. Por el contrario, los tres países con la menor inflación anualizada de alimentos para la misma fecha son Perú (-1.36%), Ecuador (-0.86%) y Costa Rica (0.06%).
El índice mundial de precios de los alimentos: una mirada global
El índice mundial de precios de los alimentos, creado por la FAO, es una herramienta clave para entender las tendencias en el mercado alimentario global.
Este índice muestra cómo varían los precios de un conjunto representativo de productos alimenticios en diferentes mercados internacionales, lo que nos ayuda a detectar cambios en la dinámica de precios a lo largo del tiempo.
La FAO emplea una metodología que se basa en la recopilación de datos de precios en mercados tanto locales como internacionales. Se consideran diversos productos alimenticios, como:
- Cereales
- Aceites
- Carnes
- Lácteos
- Otros productos básicos
La importancia de cada categoría se ajusta según su relevancia en la canasta alimentaria global, lo que permite una representación equilibrada de la realidad del mercado.
Tendencias observadas
En el análisis más reciente del índice, destacan tendencias al alza en ciertos períodos, impulsadas por factores como la alta demanda en mercados emergentes y la disminución de la producción agrícola en algunas regiones.
Estas fluctuaciones pueden generar presiones inflacionarias y, por ende, impactar la rentabilidad de las empresas del sector.
La información que proporciona la FAO permite a las empresas anticipar cambios en la oferta y ajustar sus estrategias de aprovisionamiento y fijación de precios de manera proactiva. Además, el análisis comparativo entre diferentes períodos ayuda a identificar patrones estacionales y estructurales en el comportamiento de los precios.
Precios de los alimentos de la FAO sube en febrero de 2025
El índice de precios de los alimentos de la FAO se situó en febrero de 2025 en un promedio de 127.1 puntos, es decir, 2.0 puntos (un 1.6 %) por encima del nivel revisado de enero.
Mientras que el índice de precios de la carne permaneció estable, subieron todos los demás índices de precios; los aumentos más importantes registrados fueron los del azúcar, los productos lácteos y los aceites vegetales.
El índice general se ubicó 9.7 puntos (un 8,2 %) por encima de su nivel de hace un año, aunque se mantuvo 33.1 puntos (un 20,7 %) por debajo del nivel máximo alcanzado en marzo de 2022.
Precios de los cereales
En febrero, los precios de los cereales de la FAO registraron un promedio de 112.6 puntos, con un incremento de 0.8 puntos (un 0,7 %) desde enero, pero se mantuvo 1.2 puntos (un 1.1 %) por debajo de su nivel de febrero de 2024.
Los precios del trigo para la exportación aumentaron respecto del mes anterior, motivados por la mayor limitación de la oferta interna en la Federación de Rusia. Lo cual restringió los volúmenes de las exportaciones y desplazó la demanda a otros países proveedores, añadiendo una presión alcista sobre los precios mundiales.
La preocupación por las condiciones de cultivo desfavorables en los Estados Unidos de América, algunas partes de Europa y la Federación de Rusia contribuyó a la subida de los precios.
Los precios mundiales del maíz prosiguieron su tendencia ascendente en febrero, fundamentalmente a causa de la reducción estacional de la oferta en el Brasil, el empeoramiento de las condiciones de cultivo en la Argentina y la fuerte demanda para la exportación del maíz de los Estados Unidos de América.
En cuanto a otros cereales secundarios, los precios mundiales de la cebada y el sorgo también aumentaron. Por el contrario, el índice de precios de la FAO para todos los tipos de arroz disminuyó un 6.8 % en febrero, al ejercer una presión a la baja en los precios la abundancia de suministros exportables y la débil demanda de importaciones.
Precios de aceites vegetales
En el mismo período, el precio de los aceites vegetales alcanzó un promedio de 156.0 puntos, esto es, 3.0 puntos (un 2.0 %) más que el mes precedente y 35.1 puntos (un 29,1 %) por encima del nivel alcanzado un año antes.
Este aumento del índice obedeció al aumento de las cotizaciones de los aceites de palma, colza, soja y girasol. Tras un breve descenso en enero, los precios internacionales del aceite de palma repuntaron moderadamente y se mantuvieron por encima de los aceites competidores.
El incremento se debió en gran medida a la disminución estacional de la producción en los países productores de Asia sudoriental y a las expectativas de una mayor demanda en Indonesia por parte de la industria del biodiésel.
Además, los precios mundiales del aceite de soja aumentaron a raíz de la firme demanda mundial, sobre todo por parte del sector alimentario. En el caso de los aceites de girasol y colza, los precios se vieron respaldados principalmente por la preocupación ante la probabilidad de una mayor escasez de la oferta en los próximos meses.
Precios de carne
El mes pasado, el índice de precios de carne se situó en un promedio de 118.0 puntos, lo que supone un ligero descenso de 0.1 puntos (un 0.1 %) respecto de enero, pero se mantuvo 5.4 puntos (un 4.8 %) por encima del nivel de hace un año.
Los precios internacionales de la carne de aves de corral disminuyeron, impulsados por la oferta mundial, primordialmente a causa de las elevadas disponibilidades exportables del Brasil, pese a haber continuado los brotes de gripe aviar en otros países productores principales.
Asimismo, bajaron los precios de la carne de cerdo, ante la presión por el descenso de las cotizaciones en la Unión Europea. Aunque los precios mostraron signos de estabilización, se mantuvieron por debajo de los niveles de principios de enero (antes del brote de fiebre aftosa) debido al excedente generado por las restricciones comerciales impuestas a la carne de cerdo alemana.
Precios de lácteos
Los precios de los lácteos se situaron en un promedio de 148.7 puntos, con un incremento de 5.7 puntos (un 4.0 %) desde enero y ubicándose 28.0 puntos (un 23.2 %) por encima de su valor de hace un año.
El aumento obedeció a la subida de los precios de todos los productos lácteos principales. Los precios internacionales del queso aumentaron por tercer mes consecutivo, con una subida del 4,7 % desde enero.
La fuerte demanda de importaciones avivó la subida, al verse compensada la recuperación de la producción en Europa por el descenso estacional de la producción en Oceanía.
Las cotizaciones de la leche entera en polvo también siguieron, un 4,4 % más que en enero, respaldadas por la gran demanda pese al estancamiento de la producción en Oceanía.
Los precios de la leche desnatada en polvo registraron un modesto incremento intermensual del 1.8 %, al verse compensado el aumento estacional de la producción en Europa por el descenso de la producción en Oceanía.
Precios del azúcar
La FAO destaca que los precios del azúcar registraron un promedio de 118.5 puntos en febrero, es decir, 7,3 puntos (un 6,6 %) más que en enero tras tres descensos mensuales consecutivos.
Sin embargo, se mantuvo 22.2 puntos (un 15,8 %) por debajo del nivel alcanzado en febrero del año pasado. El aumento de los precios mundiales del azúcar es impulsado por la mayor escasez de la oferta mundial en el período de 2024- 2025.
Las perspectivas de descenso de la producción en la India y la preocupación por los efectos en la próxima cosecha de las condiciones secas de los últimos tiempos en el Brasil, que agravaron los efectos estacionales, apuntalaron la subida de los precios.
Finalmente, el fortalecimiento del real brasileño frente al dólar de los EE.UU., que suele afectar a las exportaciones del Brasil, contribuyó aún más al aumento general de los precios mundiales del azúcar.