El índice de precios de la FAO, que mide las variaciones mensuales para una canasta de cereales, oleaginosas, productos lácteos, carnes y azúcar, promedió 165,5 el mes pasado, un declive de 3,4% respecto a marzo.
El índice de precios del azúcar se hundió a un mínimo de 13 años, cayendo un 14,6% respecto al mes previo. La crisis del coronavirus golpeó la demanda y la caída de los precios del crudo además redujo la necesidad de caña de azúcar para producir etanol, dijo la agencia.
El índice de precios de aceite vegetal bajó 5,2%, presionado por la caída de los valores del aceite de palma, soja y colza. La medición de los lácteos cedió un 3,6%, con descensos de dos dígitos en los precios de la mantequilla y la leche en polvo.
El índice de carne perdió un 2,7%, ya que la recuperación parcial de la demanda de importaciones de China no compensó una caída de las importaciones de otros países. La FAO también dijo que los principales países productores sufrieron cuellos de botella logísticos, y que los bloqueos por el coronavirus en muchas naciones habían causado una fuerte caída en las ventas.
“La pandemia está afectando tanto a la demanda como a la oferta de carne, ya que el cierre de restaurantes y la reducción de los ingresos de los hogares conducen a un menor consumo y la escasez de mano de obra en el lado del procesamiento está afectando los sistemas de producción”, afirmó Upali Galketi Aratchilage, economista principal de la FAO.
En contraste con los otros índices, el de precios de los cereales disminuyó sólo levemente, ya que los valores internacionales del trigo y el arroz tuvieron alzas significativas, mientras que los del maíz cayeron bruscamente.
La FAO mantuvo su pronóstico para la producción de cereales en 2.720 millones de toneladas en 2019, pero redujo su pronóstico para la utilización de cereales en 2019/20 en 24,7 millones de toneladas, principalmente debido al impacto del coronavirus en la economía.
La FAO también presentó sus primeras previsiones para la oferta y la demanda mundial de trigo en 2020/21, pronosticando una producción mundial de 762,6 millones de toneladas, en línea con el nivel de 2019. (Reporte de Crispian Balmer. Editado en español por Janisse Huambachano)