Un reportaje del periódico Escambray habla de las “molestias” de los espirituanos ante la deficiente distribución en el territorio de la leche fluida, cuya venta sucede muchas veces en horas de la madrugada, después de una larga espera de las personas a quienes va destinada el líquido.
“El mayor reclamo de los consumidores que dependen de la leche para garantizar el desayuno de los niños, embarazadas, ancianos o personas enfermas, consiste en que, debido a la desinformación, pasan el día en espera del carro del Lácteo, el cual, por lo general, entra en horas de la noche o primeras horas de la madrugada del siguiente día”, indica el referido medio.
“Ingenuos los que piensan que toda la culpa del retraso en la entrega a la industria es del apagón, o de la caldera que dejó de funcionar, o del termo refrigerado que no alcanza la temperatura adecuada para mantener el nivel de frío”, señala.
De acuerdo con el reporte, en muchos casos cuando llegan los residentes al punto de venta ya el producto está en mal estado. “Si a ello se suma que en la mayoría de los puntos de venta no existen equipos de refrigeración para mantener la leche con la temperatura adecuada hasta que el consumidor pueda adquirirla en caso de que llegue a altas horas de la noche, entonces el problema es peor aún”, asegura.
Directivos reconocieron problemas como la falta de fluido eléctrico, el envejecimiento tecnológico de la industria y restricciones con el combustible, pero subrayaron que existen otros contratiempos relacionados con la “falta de organización”.
La publicación critica que la “leche agria sea depositada encima de otra con buenas condiciones” (…) “porque si el nivel de ácido es bajo puede ser que se salve durante el proceso de pasteurización, pero si es alto habría que ver qué destino tiene dentro de la industria, que, además, ha estado abarrotada en los últimos tiempos”.
“El director de la Empresa Láctea reconoce que en ocasiones va para el consumo animal. ¿Y los gastos? ¿Y las pérdidas económicas? ¿Y las cuentas por pagar a los campesinos? ¿Acaso no resultaría más útil venderle esa leche cortada a la Gastronomía o la población para que elaboren dulces u otros alimentos, antes de enviarla a una cochiquera?”, cuestiona. De igual modo, reclama “estrategias que favorezcan el desempeño productivo”.
En julio, una madre cubana denunció en redes sociales que en dos días consecutivos había recibido en mal estado la leche líquida que el gobierno distribuye para los niños en el poblado de Carbonera, provincia de Matanzas. La leche fluida se vende a la población en varias provincias del país ante la inestabilidad en la producción de leche en polvo.