El consejero de Quescrem, José Luis Antuña, fue ayer el tercer invitado al Foro Empresarial Lácteo de Fonteboa. En su larguísima experiencia en el sector de la leche, coincidió con su predecesor, el jefe de área del Fogga, José Luis Acción, en varios de los retos que tienen planteados todo el colectivo. El principal es la falta de relevo generacional. Luis Antuña considera fundamental atraer talento joven para garantizar el futuro y Acción señaló el lunes que solo las granjas con nuevas incorporaciones buscarán la manera de seguir en funcionamiento. El asunto preocupa incluso más que dónde habrá que echar el purín para cumplir la normativa europea. José Luis Antuña analizó los mercados internacionales, incluyendo el precio de la leche en China, que bajará. Puede parecer una cuestión demasiado lejana, pero el especialista recomendó de nuevo (ya lo hizo hace un año) manejar estos datos para prever lo que ocurrirá en el futuro.
Uno de los retos es la mejora de la eficiencia, lo que incluye un análisis de costes. Por sus explicaciones estos tenderán a bajar, según los últimos movimientos de los fondos de inversión. Por contra, hay estancamiento en el consumo, pero con la diferencia que las que avanzan son las marcas blancas. De puertas para dentro, es fundamental que las granjas se adapten a las nuevas normas de la PAC, sobre todo en sostenibilidad porque eso puede garantizar la financiación necesaria para mantener la viabilidad.
Otra cuestión que se volvió a tratar fue la de la dimensión de las explotaciones, una cuestión que habrá de abordar a medio plazo. Las granjas tendrán que decidir cuántos animales pueden tener para ser rentables y deberán calcular en beneficio por cada litro que produzcan teniendo en cuenta las limitaciones que se les presentan en recursos, superficie, capital o normativa. La adaptación de la producción será fundamental en los próximos años. Con respecto a la relación con las industrias, José Luis Antuña recordó que no son el enemigo sino que deben convertirse en un aliado y destacó la importancia de elegir el tipo de leche, si es diferenciada, y, mejor, fomentar la producción de quesos.
Francisco Sineiro, de la Universidade de Santiago, también realizó un repaso de los mercados internacionales y coincidió con sus antecesores en que en Galicia se dan unas condiciones óptimas para la producción de leche, que ha llegado a las tres millones de toneladas. Destacó que la pena es que no se aproveche todavía toda la superficie agraria.