El paso inicial, según ha explicado su impulsora en España, Annaick Locqueneux, ha sido poner en marcha un cuestionario en Internet, en la página ‘lamarcadelosconsumidores.es’, en la que se pregunta por el interés ante esta iniciativa y se cuestiona sobre las preferencias del consumidor, desde la calidad de la alimentación de las vacas hasta la distancia entre el productor y el centro de envasado, o las condiciones laborales que se pretende garantizar al productor.

De esta forma, y respondiendo al cuestionario, que en España también se realiza para huevos y aceite de oliva, se obtiene un precio estimado de cuánto costaría al consumidor final el litro de leche.

Hasta el momento, ya han participado más de 5.300 personas en la iniciativa. Una vez que se disponga de la información, los impulsores de la iniciativa, que ya tienen constancia del interés tanto de productores como distribuidoras, según Locqueneux, tratarán de poner en el mercado el producto.

En Francia la iniciativa fue desarrollada por Laurent Chabanne y su hermano, ante la preocupación que constataron en el sector ganadero y la “crisis tremenda” que se produjo hace dos años, con “gente que llegaba a suicidarse porque no llegaba a fin de mes” y no podían mantener la explotación ganadera.

Ante esto, preguntaron al sector, que expuso que con 7 u 8 céntimos más por litro los ganaderos podrían mejorar sus condiciones de vida y garantizar la calidad del producto, lo que supondría solo en torno a unos 4 euros al año al consumidor.

La iniciativa arrancó con el objetivo de poner en el mercado 5 millones de litros de leche el primer año, pero ya en ese caso se alcanzaron los 35 millones, ha resaltado Chabanne. En la actualidad, son cerca de 500 los productores que se han sumado al proyecto y que venden 100 millones de litros de leche.

En cuanto a los precios, se les garantiza al productor un mínimo de 39 céntimos el litro y el precio de venta, fijado y que no puede variar, está en los 99 céntimos. A la leche han seguido en una segunda fase otros 20 productos, desde la mantequilla hasta la miel.

De esta forma, se trata de “implementar una nueva regla de juego, basada en la equidad y en el consumo inteligente”: “El jefe de lo que comemos somos nosotros”, ha remarcado la impulsora de la iniciativa en España, para quien se trata de convertir al consumidor en ‘consumactor’, para que sepa que detrás del producto “hay una historia, y es real, no es producto del márketing”.

En la presentación en Santiago, la secretaria xeral del Sindicato Agrario Galego ha incidido en que se trata de una iniciativa “revolucionaria” que permite cumplir la expectativa de tener proximidad entre los productores y la ciudadanía, algo “vital” para el sector.

Según los datos del Sindicato, el proyecto es “necesario” para el sector lácteo de Galicia porque si se mantiene la tendencia actual en 2030 “las pequeñas y medianas explotaciones de leche habrán desaparecido prácticamente”, sustituidas por “fondos de inversión y grandes capitales” que impulsarán “proyectos-monstruo”, “destructores del medio rural y totalmente insostenibles” como la granja “de 20.000 vacas de Noviercas en Soria”.

En cifras, Galicia está en el furgón de cola de Europa en la cantidad que reciben los ganaderos por el litro de leche, con 31,70 céntimos, solo por delante de Rumanía, Bulgaria, Lituania, Hungría y Letonia. En el lado opuesto, se sitúan Chipre, Malta, Grecia, Austria, Irlanda o Finlandia.

En febrero de 2019 el precio se situó, según el Sindicato, en 0,315 euros, mientras que la media de Europa está alrededor de los 35 cénimos, según los datos del Milk Market Observatory, ha concluido el Sindicato Labrego Galego.