Gerardo Ávila lanzó una alerta de sobreoferta de queso, porque los productores se ven en la necesidad de fabricarlo para proteger su producción láctea.
Foto: Fernando Chirino

El presidente de la Federación de Ganaderos de la Cuenca del Lago (Fegalago), Gerardo Ávila, informó que en los últimos meses ha caído la producción de leche en un 70 por ciento en la subregión perijanera, una zona que tradicionalmente era potencia en la producción láctea.

Cuando el Zulia había sido el estado mayor productor de leche, mayor productor de carne, hoy es el estado olvidado por completo por quienes se supone que tienen la responsabilidad de velar por el bienestar de esta entidad, señaló.

Habló Ávila de fincas donde el acceso es difícil, las distancias son muy largas y no se puede sacar la producción de leche todos los días.

Hay fincas que se ven en la necesidad de “echar a mamar las vacas”; para que la leche se vaya a perder, se la dan a tomar a los becerros. Es leche que no está llegando a los centros de consumo, advirtió Ávila.

Mencionó la crisis que viven los productores, en relación con el suministro de combustible. Recordó que hasta 12 horas duran quienes residen en Machiques de Perijá para surtir de gasolina las unidades donde trasladan la producción de leche.

La falta de combustible ha afectado a municipios como Rosario de Perijá y Machiques de Perijá, la leche tiene que recogerse todos los días, hay que buscarla a la planta o a la quesera, hay que ir a la finca, recoger la leche y llevarla a los centros de transformación. Nos declaramos en emergencia, porque de seguir esta situación nefasta, severa y oscura, degradante, a la que estamos expuestos, vamos a seguir viendo distorsiones en el mercado, vamos a ver una sobreoferta de queso, dijo.

Indicó que un productor agropecuario, quien tradicionalmente vendía su leche fluida para las plantas, para el procesamiento de yogurt, de mantequilla, de bebida; hoy en día por necesidad debe proteger su producción y fabricar queso.

Todo ese queso está llegando a los mercados, a los centros de consumo. Cuando hay una sobreoferta de un producto, por ley de oferta y demanda los precios caen, dijo el presidente de Fegalago.

El costo de alimentar a trabajadores

Ávila considera que al productor se le expone a una situación donde su producto va a caer de precio, mientras los insumos, la comida, lo mínimo que se necesita para mantener una unidad de producción operativa, sube de precio todas las semanas.

La comida que nosotros, como productores, llevamos a las fincas para alimentar a nuestros trabajadores, registra aumentos de precio frecuentes, eso depende de un mercado, no hay una producción que satisfaga en Venezuela, y tampoco hay un poder adquisitivo del consumidor, aseveró.

Se refirió además a cifras sobre el consumo de proteínas en Venezuela. Detalló que en 2017 se registró el consumo de entre cuatro y cinco kilos de carne per cápita. Pero en 2018 cayó a tres kilos.

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