Sobre los planes de la compañía en el país, adelanta varios: ampliar las exportaciones desde Chile, incluso a Egipto y Bangladesh, e incursionará en más productos, como hamburguesas vegetarianas.

En Chile se consume la friolera de unas siete millones de tasas de Nescafé al día, y 1,6 millones de tasas de leche Nido. Tales cifras son solo un botón de muestra de la penetración que tiene en el país con su enorme abanico de marcas, una de las compañías alimenticias más grandes del orbe, la multinacional de origen suizo Nestlé. En Chile, desde hace siete meses, hay un nuevo mandamás de este buque, Leo Leiman, presidente ejecutivo de Nestlé Chile, sucesor en el cargo de Pablo Devoto.

Oriundo de Brasil, Leiman lleva 30 años trabajando en la firma. En el mismo Brasil trabajó en varios puestos, incluida el área comercial, y participó del manejo de la adquisición de la compra de Garoto, en 2002. Entre 2007 a 2009 se trasladó a Perú, para manejar los negocios de ese país y Bolivia, para luego partir a Panamá, desde donde manejó por nueve años los negocios de la multinacional en América Central: Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala.

En septiembre aterrizó en Chile, el tercer mercado en importancia para la compañía dentro de América Latina, tras Brasil y México, y el cuarto, si se considera a toda América, pues Chile supera incluso a Canadá. Así, llegó a manejar operaciones que involucran ocho fábricas, 7 mil trabajadores directos y 80 marcas. Todas, de profunda recordación en múltiples categorías -helados, yogures, chocolates, leches, sopas, café, cereales, por nombrar ejemplos-, algunas de las cuales incluso se exportan a otros mercados. Hay 28 países que reciben envíos desde Chile, de leche en polvo, leche Nido, condensada, manjar, cereales. Y prontamente, explica Leiman, se sumará también las exportaciones de alimentos para mascotas a Perú y Ecuador, en 2020, desde la fábrica de Teno, que partió operando en 2018 y que les implicó una inversión de unos US$ 100 millones. Hoy, las exportaciones le reportan a la operación chilena de Nestlé unos US$ 250 millones y en total la operación local factura unos US$ 1.500 millones, cifra que incluye la sociedad con CCU en el negocio de aguas.

Con inversiones por entre US$ 60 millones a US$ 70 millones anuales, Leiman menciona dentro de los ejes de su gestión, de cara a los consumidores, una estrategia que apunta a la innovación, de modo de ir a productos más saludables, con menos sal y menos azúcar, sin gluten, sin lactosa, mejorando el perfil nutricional. “En los últimos años hemos logrado bajar 3.100 toneladas de azúcar en lo que producimos”, grafica.

Asimismo, el año pasado, en Ecuador, Nestlé compró la firma Terrafertil, que produce alimentos orgánicos y vegetales (leches de almendras y de coco).

-En esta tendencia de ir a productos saludables, veganos, orgánicos, ¿está en el radar el crecimiento inorgánico en Chile?

“En todas las categorías estamos tratando de desarrollar productos nuevos que atiendan esa necesidad del consumidor. Los cereales sin azúcar y sin sellos. En galletas (Museo), 28% de contenido de frutas y tampoco tiene sello. En Maggi, bajo contenido de sal. Tenemos las ofertas tradicionales y los productos que se acercan más en esa tendencia. Aquí en Chile, en poco tiempo vamos a lanzar una hamburguesa vegetariana, de quinoa, bajo la marca Maggi”.

-¿Una firma como The NotCo puede ensamblar en ese portafolio?, ¿no han visto esas opciones?

“No, aquí en Chile ya tenemos un portafolio de productos muy amplio y en este momento no estamos mirando opciones de adquisición”.

Etiquetado: “Después de dos años de la implementación, volvió una normalidad en las ventas”

-¿Cuál es su evaluación de la Ley de Etiquetado?

“La ley de etiquetado es una legislación que ha sido muy bien aceptada aquí en Chile por la población en general, incluso es una materia de exportación. Vemos la ley caminando para países como Perú, Ecuador, Uruguay. Se estudia en múltiples países del mundo como una de las soluciones y propuestas para auxiliar a los consumidores. Junto con eso, digo que es un problema de una complejidad, que no es solamente el sello el que va a solucionar. Hay un tema de educación nutricional que estamos haciendo, fomentar la actividad física. También la alimentación fuera del hogar. Es un tema multifuncional. Nosotros seguimos trabajando en mejorar los productos, eliminar azúcar, sal, grasa. En general, los negocios nuestros al principio fueron impactados por la ley. A lo largo del tiempo, donde todos los productos tienen sellos, no hay un gran impacto. Donde hay desarrollos sin sellos, ahí se puede identificar algún movimiento de consumo”

-Entonces, ¿fueron exageradas las críticas que ustedes y a través del gremio AB Chile hicieron contra la ley?

“La ley es algo interesante, innovador y ha sido exportado. Por lo tanto, no es algo malo. El punto es cómo en conjunto con la autoridad de salud, expertos y nutricionistas, y universidades podemos quizás perfeccionar un poco el reglamento de esa legislación. Hay toda esta cuestión de porciones, 100 gramos, que puede ser un poco confusa para el consumidor. Se puede mejorar, pero es un trabajo que tenemos que hacer con expertos”.

-Carozzi ha sido un muy activo promotor de esa tesis de ir a las porciones. ¿Siguen apoyando esa tesis?

“Es una hipótesis. El tema de las porciones nos parece más claro para el consumidor que 100 gramos, pero creemos que la solución debemos encontrarla en conjunto y no individualmente”.

-Para ir a esa solución de las porciones, lo neurálgico es generar la estandarización de las porciones. Usted es director del gremio, ¿se ha avanzado en AB Chile?

“Sí, se ha avanzado. Hay un comité que trata el tema de porciones y que está interactuando con el Gobierno, nutricionistas y las empresas, para encontrar el mejor criterio. Hay varias reuniones del grupo, tratando de ver conceptos de Mercosur, de distintos países”.

-¿Se han limado las asperezas al interior del gremio? Las embotelladoras no estaban tan convencidas de ir en la línea de las porciones.

“En cualquier gremio puede haber diferencias de opiniones. Entiendo que las embotelladoras en sus empaques indican las porciones”.

-¿Ha sostenido reuniones con el ministerio por este tema?

“No. La interpretación nuestra es que la Ley de Etiquetado es una ley, cumplimos con ella y lo que estamos haciendo es adaptarnos. Ahora, un punto en que la ley nos complica la vida: cada país tiene una ley; Uruguay, Perú. Con la autoridad lo que interactuamos es la necesidad que existe para un país exportador como Chile, para países de la Alianza del Pacífico (AP), de Mercosur, que tengamos una ley, un concepto común a todos. En eso hay un consenso de que hay que hacer algo. Vemos que hay una oportunidad de discusión entre Chile y los demás países de alinear, en AP. Así lo entendí de parte de la autoridad. Esa fue la interlocución que tuve, con el Ministerio de Economía. Efectivamente, es muy complejo el comercio internacional”.

En junio vendrá la puesta en marcha de la tercera etapa de la ley, aún más restrictiva en ingredientes críticos. Según Nestlé, cuando ocurrió la segunda etapa, en 2018, ya se prepararon, por lo que para esta fase, los ajustes son bastante menores respecto de lo ya hecho, dicen. Hay categorías, añaden, en que no es posible no tener sellos, como chocolates. Otras, como nutrición infantil, en que no tienen sellos. “Después de dos años de la implementación, volvió una normalidad en las ventas, vuelven a crecer”, explica Leiman.

-¿Cómo está viendo el consumo en Chile?

“El año pasado tuvimos un buen año en general, pero desde septiembre empezamos a sentir una desaceleración en el consumo y lo vimos en algunas categorías a principios de año. Un poco en leches, café, cereales. En general, no ha sido un buen principio de año en términos de consumo, sentimos una desaceleración. Hay varias teorías. Lo que se siente es un nivel de desempleo que no cambia, muy estable, no hay más demanda por trabajadores; los niveles de salarios están bastante estables, lo que está generando cierto pesimismo por parte del consumidor, que trata de ser más conservador en sus decisiones de compra. Sentimos que hay mucha más actividad promocional. Cuando hay promociones, el consumidor compra y cuando no, frena el consumo. Ese es el sentir que tenemos”.

“Empezamos a exportar a Dubái”

-En el sector lechero, ustedes se vieron afectados por una campaña en redes sociales que llamaba a privilegiar los productos chilenos, Colun, y a no consumir leche en polvo. ¿Tomaron acciones legales?

“No tomamos acciones legales. Pero la leche nuestra es 100% leche chilena. Trabajamos con 800 productores lácteos, tenemos tres fábricas lácteas y exportamos para 28 países en el mundo; ahora, incluso, empezamos a exportar a Dubái, una exportación muy fuerte para allá, leche Nido de crecimiento, partió a fines de 2018. Y de ahí ellos mandan para todos los países de oriente medio leche chilena. Eso demuestra que la leche aquí es competitiva, de buena calidad. No sentimos el impacto de toda esa discusión. No tiene fundamento. Importamos, pero exportamos mucho más de lo que importamos”.

La firma explica que dichas exportaciones de leche en polvo abastecen a 13 mercados de Medio Oriente: Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Líbano, Kuwait, Jordania, Irán, Qatar, Irak, Omán, Bahréin, Siria, Palestina y Yemen. Y en mayo iniciarán envíos de estos mismos productos a Egipto y Bangladesh. Y prevén que los envíos totales de leche en polvo se incrementen en unas 3 mil toneladas este año.

-¿Usted está de acuerdo en que Colun tiene una posición más ventajosa, como cooperativa, que los perjudica a ustedes (por el pago de impuestos distintos y por la no publicación de la pauta de precios)?

“La ley está armada de esa forma. Colun se adapta a esa realidad y nosotros no tenemos nada a opinar”.

-Nestlé va a poder recuperar la venta en el mercado estatal, tras un reciente fallo del TC relacionado con prácticas antisindicales. ¿Van a volver?

“Sí, absolutamente. Vamos a participar de las licitaciones. Es un mercado interesante para Nestlé”.