En un contexto de años marcados por la sequía y la escasez de recursos forrajeros, el silaje ha sido y sigue siendo una solución crucial para la gestión de reservas y la nutrición animal. A esto se suma la crisis que atraviesa el cultivo de maíz por la expansión del Spiroplasma, dando lugar también a la posibilidad de hacer ensilados.
“Estudios han demostrado que la adición de inoculantes puede aumentar la producción de leche entre 1,3 y 2,2 kg de leche por día, y en promedio, puede mejorar la producción de leche en un 4,6%”

La capacidad del silaje para almacenar grandes cantidades de forraje durante períodos prolongados, conservando su valor nutricional, asegura un suministro constante de alimento para los animales. En ese sentido, el equipo técnico de Rizobacter destacó la importancia de la inoculación y los beneficios de hacerlo con Rizosil para garantizar un alimento inocuo para los animales, en el marco de una exposición realizada en TodoLáctea 2024, que congregó a más de 20.000 actores vinculados a la cadena lechera en la Sociedad Rural de San Francisco.

Según Jonatan Camarasa, desarrollador de Mercado de Rizobacter, el uso de inoculantes puede impactar positivamente en la ganancia de peso y en la producción de leche. “Estudios han demostrado que la adición de inoculantes puede aumentar la producción de leche entre 1,3 y 2,2 kg de leche por día, y en promedio, puede mejorar la producción de leche en un 4,6%”, explicó Camarasa ante el auditorio de Todo Láctea.

Para el especialista, la inclusión de inoculantes microbianos y enzimas celulolíticas en el ensilaje “mejora significativamente la calidad del forraje y la producción animal al inhibir bacterias no deseadas, preservar proteínas y facilitar una fermentación eficiente”.

En ese sentido, Camarasa recomendó la adopción de Rizosil, el inoculante de Rizobacter diseñado para el tratamiento biológico de ensilados de forraje. Su formulación combina la acción de cinco bacterias homofermenativas que aumentan la producción de ácido láctico, que baja rápidamente el pH y que, además, reducen la producción de ácido acético, ácido butírico y etanol, mejorando la recuperación de materia seca y aumentando el rendimiento animal. A su vez, tiene una bacteria heterofermentativa que mejora la estabilidad aeróbica del ensilaje, prolongando su vida útil y reduciendo las pérdidas de nutrientes durante el almacenamiento. También, Rizosil se distingue de la competencia por ser uno de los pocos el inoculantes con mayor porcentaje de enzimas celulolíticas del mercado, las cuales ayudan a mejorar el proceso fermentativo y a aumentar la digestibilidad del forraje.

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