Para el productor, la variación del precio que recibe por sus productos fue mínima, explicó. Estiman que fue en el orden del 7% en comparación con el precio promedio del año pasado.
Sin embargo, para el consumidor final la variación del precio fue de 15% en el año. Es decir, la leche para el público está mucho más barata en comparación con el año pasado.
En cuanto a la producción, Bécker dijo que en el 2018 “se superaron todas las expectativas”. Estiman que el crecimiento fue del 10%, agregó.
El 2017 se cerró con una producción de 2.200.000 litros recibidos por la industria durante todo el año, y el 2018 cerró con más de 2.400.000 litros aproximadamente.
El dato positivo también es que el consumo per cápita de leche está creciendo. Sin embargo, el mercado interno ya está cubierto y ahora se apunta al mercado exterior para poder ubicar los excedentes.
Dijo que, en líneas generales, la industria láctea cerró el año 2018 con mucho optimismo.
Exportación. “Hay que buscar mercados, no hay de otra. Estamos ofertando siempre a países vecinos, también en Centroamérica, Dubái, Medio Oriente”, señaló.
Los productos que se pueden exportar son manteca y leche en polvo, recordó. “El mercado internacional de los lácteos es muy difícil, está muy peleado. Pero ya hay que exportar, hay que sacar ese excedente nacional afuera”, reiteró.
Como los procesos para la exportación son largos y dependen de la situación en cada país, la estrategia tal vez será regular la producción mientras tanto.
Esto no significa que se dejarán de instalar industrias, aseguró. Lo que hará el productor es buscar formas de ser más competitivo, agregó.
“Tenemos 40 millones de litros de leche stockeados, eso significa que entre el 6 a 7% de la producción es excedente. Estamos buscando mercados para exportar esa cantidad”, manifestó Bécker.