“Nuestras investigaciones demuestran que cuando logramos que el rumen produzca sus 2 kg diarios de proteína microbiana y complementamos estratégicamente con proteínas bypass, podemos aumentar hasta un 15% la producción de leche en vacas de alto mérito genético”. El dato fue aportado por el Dr. Bill Weiss, profesor emérito de la Universidad Estatal de Ohio y referente mundial en nutrición de vacas lecheras con más de 35 años de experiencia y más de 200 publicaciones científicas.
Lo hizo durante una jornada técnica organizada por la firma Nutralmix en Villa María, Córdoba, que convocó a más de 50 profesionales nutricionistas del sector. Allí, Weiss demostró que el manejo preciso de la nutrición proteica, basado en evidencia científica y adaptado a las realidades productivas locales, puede marcar diferencias significativas en los parámetros productivos de los rodeos lecheros.
Claves para una nutrición eficiente
Weiss profundizó en los mecanismos fisiológicos: “Cuando las dietas contienen adecuadas cantidades de nitrógeno soluble y carbohidratos fermentables, las bacterias del rumen pueden sintetizar hasta 2 kg de proteína microbiana por día. Esta proteína bacteriana es de altísima calidad”.
El investigador presentó un modelo de software desarrollado para nutricionistas: “Este modelo integra un conjunto de variables y calcula cuánta proteína va a llegar realmente a la célula de la vaca, lo cual es muy complejo de medir en las raciones o en el consumo de las vacas”.
Sobre los requerimientos proteicos, Weiss subrayó: “Al ofrecer este extra de proteína esperamos mejorar la performance de las vacas de alta producción. Las vacas promedio van a seguir produciendo lo mismo, pero sí va a mejorar la producción de las vacas de punta dentro del mismo rodeo”.
El especialista analizó la realidad de los tambos locales: “La producción lechera es una actividad muy intensiva de capital. En los tambos de pequeña escala, ya sea en Argentina o en Estados Unidos, el problema es que no disponen de capital necesario para invertir en instalaciones”. “En muchos casos, las instalaciones son la principal limitante para mejorar la producción”, agregó, y sostuvo: “No encuentro grandes dificultades en ofrecer buenas dietas, pero sí en inversiones de capital para tener buenas instalaciones y mayores producciones”.
Juan Grigera, especialista en nutrición animal y director técnico de la empresa, concluyó: “Cuando aportamos adecuadas cantidades de nitrógeno soluble, adecuadas cantidades de almidón con niveles correctos de fibra en la dieta, la actividad del rumen se optimiza y podemos contar con aproximadamente 2 kg de proteína que proviene de las bacterias”.