En medio de la crisis que hoy atraviesa el campo producto de la sequía, Coninagro publicó el semáforo de las economías regionales en el que reflejó que en los tambos los productores están agotados y “corren riesgo de quedar fuera del sistema”. Entre otras actividades en crisis, el vino y el mosto tuvieron el mismo comportamiento, mientras que la yerba mate, granos, cítricos dulces y el bovino evidenciaron situaciones de crisis.
En el Semáforo de Economías Regionales que realiza mensualmente esta entidad se observó que de las 19 economías regionales monitoreadas en el último mes 14 están en rojo, cuatro en advertencia y solo una en crecimiento. En esa línea, se vio que el sector porcino, la papa, el tabaco y la hortaliza entraron en “advertencia”, mientras que el sector avícola, que hoy atraviesa un presente difícil por la emergencia sanitaria, se mostró en crecimiento.
El problema, según se desprende de los datos que publicó la entidad está en la industria lechera, que se mostró en crisis, ya que padece altos costos en modelos en zona de sequía. A esto se le suma problemas en los precios tambo-industria. En el caso del vino y el mosto, la otra actividad en la misma situación de crisis, mencionan que se espera una de las peores campañas de los últimos años.
“Continúa la crítica situación en las producciones tanto pampeanas como de las economías regionales. El estudio que hacemos con nuestras cooperativas muestran que un 80% se encuentran en situación crítica y salvo una que tuvo una mejora, las aves, el resto está en advertencia, lo que nos muestra la gravedad de la situación generada tanto por las políticas implementadas (inflación, atraso y brecha cambiaria) como por las inclemencias climáticas. Hoy requerimos que el Gobierno no sea socio del campo no solo en las buenas, sino que ante esta grave situación, acuda en la ayuda hacia el productor, con alivio fiscal y créditos para afrontar esta situación”, dijo el presidente de la entidad, Elbio Laucirica.
En tanto, Javier de la Peña, un productor agropecuario de Santa Fe y representante de la Junta Intercooperativa de Productores de Leche, dimensionó la situación de los tamberos. “Lamentablemente la sequía generalizada se ha profundizado, con olas de calor extremas, y una situación agravada por la muy mala calidad de pasturas, lo que complica las reservas que se intentan hacer en esta época del año para poder producir leche durante el invierno”, manifestó.
“Este cuadro hace que las reservas hayan sido utilizadas extemporáneamente, es decir en pleno verano, y realmente no sabemos cómo vamos a encarar el invierno prácticamente sin reservas. Agregado a esto, hay normativas vigentes de AFIP que dificultan la compra de alimentos en los tambos y empeoran la situación de conseguir alimentos. Además, el control del programa Precios Justos que ejerce el Gobierno sobre las industrias, hacen que esa cadena industrial no pueda pagar al productor un precio más acorde al que necesitaría para poder suplir este escenario, mejorando su capacidad de compra”, añadió.
En esa línea, continuó de la Peña, están “empantanados en una situación de presiones tanto tributaria como en los ingresos de los productores con un marcado incremento en los costos de alimentación de los animales”.
“Así, el riesgo que existe hoy es que los productores se sientan agotados y sean expulsados del sistema”, resumió.
De acuerdo con el semáforo de la entidad, el sector forestal tuvo una caída en la demanda y en los precios. “El sector forestal está entrando en una situación crítica, está en rojo. En los últimos meses, el sector ha perdido competitividad en el exterior por el desdoblamiento cambiario, sumado a las restricciones a las importaciones, retenciones a este sector, alta carga fiscal, hoy se adiciona la caída de la demanda internacional de todos los productos forestales”, advirtió Manfredo Seifert, consejero de Coninagro y productor agropecuario de la localidad de Montecarlo, Misiones.
“Nos sentimos indignados por cómo el Gobierno destrata a las economías regionales. No vemos la hora de tener un cambio en la política económica para revertir esta situación. El productor ha apostado, con esfuerzo y pocos recursos, a esta actividad y esperó 15-20 años para cosechar sus árboles y hoy se encuentra en una situación muy complicada que lo desanima”, cerró Seifert.
A través de esta medición, Coninagro busca simplificar la complejidad y heterogeneidad de la producción en el campo hacia una herramienta visual de análisis.