Cabaña y Tambo La Lilia es una empresa familiar dedicada a la cría y mejora genética de la raza Holando en Colonia Aldao, provincia de Santa Fe. Desde hace unos años, Antonela Barberis junto a sus hermanos y primos, se sumaron a esta aventura de la lechería continuando el legado de sus padres y abuelos y hoy se encuentran innovando en un tambo robotizado.
Antonela es médica veterinaria recibida de la Facultad de Ciencias Veterinarias de Esperanza, dependiente de la Universidad Nacional del Litoral en Santa Fe. Es la primera mujer que juró en la raza Holando en Argentina y su amor por las vacas viene heredado de su papá. En diálogo con MOTIVAR, relató cómo trabajan en este tambo familiar y la importancia de “estar a la vanguardia para innovar”.
Actualmente en La Lilia ordeñan unas 1100 vacas, aunque el objetivo futuro es llegar a 1500. Cuentan con el sistema free stall para poder aumentar la comodidad de las vacas, de forma tal que expresen su mayor potencial genético como lo vienen haciendo desde hace 60 años. “El objetivo final es terminar robotizando todos estos animales, pero vamos paso a paso porque es una inversión altísima”, destacó Antonela.
Cabaña y Tambo La Lilia tiene como objetivo final llegar a la totalidad de un tambo robotizado.
Sistema free stall
Antonela explicó que el clima de la zona de Esperanza es muy húmedo, el calor es muy duro y las vacas lo sufren muchísimo. Así fue que se encontraban muy afectados en las producciones, sobre todo en el verano. Además, tenían problemas de salud en los animales, producto de esta situación climática.
Así fue que comenzaron a pensar en qué podían darles a las vacas para tratar de mitigarle ese calor. Por lo tanto, hace unos 6 años, cuando Antonela y su hermano se pusieron al frente de la lechería, decidieron que necesitaban hacer una inversión en confort. “Obviamente que fue muy pensado porque es muy costosa, pero una vez que uno invierte en eso, es un camino que no tiene vuelta atrás y siempre te encontras invirtiendo en algo más”, recordó.
De esa manera, comenzaron a buscar financiamiento al mismo tiempo que iban viendo qué sistema darles a las vacas. Finalmente, luego de investigar y de varias consultas, se decidieron por el free stall.
Hoy ya hay uno de los galpones en el que se está por terminar la construcción, para empezar a meter algunas vacas adentro. Al principio ingresarán entre 680 y 700 vacas bajo galpón con aspersión y ventilación ya que la idea es tratar de que estén adentro antes del verano. Luego, el proyecto final, es llegar a 1.500 vacas ordeño.
“Lo que queremos es darles confort a esas vacas al preparto. Después seguir por los terneros y despacito ir concentrando todos nuestros animales para tratar de que expresen su mayor potencia genético que sabemos que lo tienen. Y no solo para la mayor producción, también para los menores problemas de salud. Cuando hay mucho estrés, tienen más tendencia a enfermarse. Además, con el hecho de que den un montón de leche, que se preñen, que paran, están sobre exigidas todo el tiempo. Entonces, había que tratar de tenerlos bajo otro sistema”, detalló Antonela.
“Al principio ingresarán entre 680 y 700 vacas bajo galpón con aspersión y ventilación ya que la idea es tratar de que estén adentro antes del verano. Luego, el proyecto final, es llegar a 1.500 vacas ordeño, todas dentro del mismo sistema”.
“La tecnología nos facilita el trabajo a todos”
En el marco de la muestra Todo Láctea, Antonela fue la primera mujer que juró en la raza Holando en Argentina donde destacó que es muy bueno para los productores poder contar con una exposición de lechería.
“Es excelente que el productor pueda ir y pueda ver todas las cosas nuevas que se usan y pueda sacarse las dudas de para qué. Desde lo más moderno que hoy es la robotización en el ordeño, hasta un montón de tecnologías intermedias que hay en eso, collar, botón electrónico, miles de cosas en la parte de la invención”, agregó.
Por otro lado, Antonela manifestó que allí se pueden encontrar con lo último en tecnología y “eso está muy bueno porque en definitiva nos facilita el trabajo a todos”
Y agregó que ya cuando se empiezan a robotizar los animales, “se va la figura esa de tener que ordeñar a la madrugada, que es todo un tedioso y se puede trabajar de otra forma”.
Por último, resaltó la importancia de abrir la cabeza de otra forma y atraer a los jóvenes. “Yo no soy vieja, pero ya soy otra generación y las que vienen por detrás tienen otro pensamiento y hay que entenderlo, porque son con quienes vamos a tener que convivir para trabajar. Entonces tenemos que tratar de ver cómo le hacemos atractivo el laburo a ellos para que vengan a querer a trabajar en la empresa”, concluyó Antonela Barberis.
“Los jóvenes que vienen por detrás tienen otro pensamiento y hay que entenderlo. Entonces tenemos que tratar de ver cómo le hacemos atractivo el laburo a ellos para que vengan a querer a trabajar en la empresa”.