“Tratar de mantener el equipo funcionando a bajas temperaturas es difícil. Tratar de conseguir transporte dentro y fuera para recoger la leche que producimos es un gran desafío,” dijo Darren Turley, director ejecutivo de la Asociación de Lechería de Texas. “Estamos cerrando algunas plantas y carreteras con hielo por lo que es posible que veamos algunos lugares donde el inventario está un poco restringido. Con tanto tiempo sin que se entregue la producción y cosas así, el consumidor se pondrá al día con los suministros disponibles.”
Las plantas se han cerrado debido a la escasez de gas natural provocada por el clima invernal.
Muchas granjas lecheras no pueden calentar y pasteurizar su leche, ya que se les ha pedido que cierren para que los residentes del área tengan electricidad.
“Ahora hemos visto que las plantas tienen una situación en la que no pueden obtener su gas natural por lo que no pueden hacer funcionar sus equipos, que son principalmente sus pasteurizadores, porque hay que calentar la leche para pasteurizarla,” explicó Turley. “Sin eso, no pueden procesar leche y algunos han sido restringidos en sus áreas para garantizar que los residentes en el área todavía tengan calefacción. Tenemos que mover la leche a mayores distancias.”
Al no poder procesar la leche ellos mismos o llevarla a una planta de procesamiento debido a las peligrosas condiciones de la carretera, la leche se desperdicia.
El clima invernal también provoca una pérdida de producción de leche.
Los lecheros de Texas dicen que la salud de la vaca es siempre la primera prioridad.
Entonces, cuando las temperaturas descienden por debajo del punto de congelación, el enfoque se desplaza de la producción de leche hacia el cuidado del animal.
Los agricultores deben pagar por alimento adicional, bloques de viento especiales y camas para mantener calientes a las vacas.
Aumentar su ingesta de alimento y fibra permite que la vaca aumente su temperatura corporal interna, pero esto hace que el metabolismo de la vaca se concentre en mantenerse caliente y descomponer los alimentos en lugar de producir leche.
Sin embargo, los expertos de la industria láctea dicen que debido a una cadena grande y compleja de granjas lecheras conectadas, deberían poder mantener la leche líquida en los estantes.
Todos estos factores tienen un impacto económico en los productores de leche.
“Hay costos por aumentar la ingesta de alimento. Tienen que comprar la paja y los tallos de maíz, tienen que pagar el diesel para hacer funcionar las máquinas, tienen que pagar la mano de obra,” explicó Steve Martin, propietario y nutricionista de Dairy Nutrition and Management Consulting. “Muchas de estas lecherías se convierten casi en turnos de 24 horas. Todo esto se hace para mantener a las vacas cómodas y saludables.”
Dado que el 80% de la leche del estado proviene de las lecherías del Panhandle, esta pérdida económica puede filtrarse a otras partes de nuestra economía.