Miguel Oyarzo Ruiz, productor lechero del sector el Quilar en Ancud, señala que “Desde noviembre, octubre del año pasado, empezamos a tener problemas de pago con Chilolac, se nos ha ido cancelando paulatinamente, ahora están cancelando la primera quincena de diciembre, pues hay una pauta de pago para los proveedores que comienza con un precio base por litro que creo que está en 215, si no me equivoco y de ahí van pagando por calidad, por célula somática, tanque de frío, proteína, materia grasa, de período libre de brucelosis, tuberculosis y ahí va aumentando, llegando como 320 pesos en lo ideal.
La incertidumbre es una constante en el sector, que se aferra a la planta lechera Chilolac, que se mantiene aún a flote, pero con una demora en los pagos a los agricultores, lo que ha significado la salida de los grandes productores hacia afuera, para vender a empresas más grandes, quedando el pequeño agricultor a expensas de la situación comercial local y dan cuenta del abandono del agro.
La producción de leche, bueno, por el mismo tema de que hay incertidumbre con el trabajo, la gente ha ido mudando, porque se fue harta gente y los productores más grandes NESTLÉ. Se hablaba de 25 personas que se fueron en febrero a esa empresa.
De ahí otra cantidad de productores por el mismo tema, ha dejado de ordeñar porque no es rentable, rentable sería decirlo poco, sino que es pura pérdida, porque no hay pago y uno tiene que forrajear, pagar luz, pagar insumos de detergente, para el bienestar animal, en fin, es un gasto grande y si no hay retorno de dinero se hace insostenible, pues no sé si un un productor puede aguantar más de 4 meses sin conseguir dinero. Entonces varios de los productores han cerrado la lechería, alguno definitivo y otro con la esperanza de que la próxima temporada se le siga pidiendo leche, para seguir trabajando porque, es lo que nos gusta hacer en realidad en el campo,“ explica Oyarzo.
FALTA DE APOYO
En relación a los apoyos para salir adelante, el vecino es enfático, ”hemos tocado puertas, pero ninguna con satisfacción, digamos, que nos hayan dicho, ¿sabe qué? Nosotros le vamos a ayudar. La Municipalidad actuó de mediador, pero más que eso no. Son problemas en realidad entre privados, entonces es difícil igual mediar, pero tampoco ha habido un apoyo del Estado para los agricultores, de eso, nada.
Ante esta realidad, el panorama se ve complicado, ante la compleja situación financiera de la única planta lechera con arraigo en Chiloé, al respecto Miguel Oyarzo dijo que “Se ve oscuro el panorama. Para los pequeños en realidad, digamos para los que venden de 800 Litros para abajo, pero al resto es más fácil decidir ir a Nestlé, Soprole, porque les conviene venir a buscar, en cambio los productores pequeños por 300, 400 litros no vienen esas empresas, no pasan a recogerle su leche. Tampoco hay claridad con respecto a Chilolac si va a seguir funcionando, por lo que se ha sabido, están recibiendo la cantidad de leche mínima y es con lo que están trabajando.
Por decirle un número, si antes recibían 100.000 litros, ahora estarán recibiendo unos 20.000. Los productores más grandes se fueron y los más chicos son los que les siguen entregando, los que están seguimos, digamos, tratando que se mantenga, nadie quiere que desaparezca, porque representa a Chiloé y es una marca conocida, reciben nuestro producto y nos ha permitido y ojalá nos permita vivir y seguir criando a nuestros hijos y lo que venga a futuro”. puntualiza Oyarzo.