Los productores lecheros bolivianos advierten que la producción de leche atraviesa una situación crítica y demandan medidas de estabilización urgentes para frenar el cierre de granjas productivas, que ya superan las 130 unidades en lo que va de 2025, según el informe anual de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO).
El presidente de la Federación Departamental de Productores de Leche (FEDEPLE), Juan Manuel Rojas, señaló que el sector necesita políticas públicas concretas que detengan la tendencia de cierre de explotaciones por la falta de incentivos y apoyo estructural. En su balance, Rojas calificó el año como extremadamente difícil, en parte porque muchos productores han optado por abandonar la actividad ante las crecientes dificultades económicas.
Entre los factores que Rojas identificó como agravantes se encuentran las bandas de precios y la regulación de insumos clave como maíz, soya y cascarilla, que impactan directamente en los costos de producción y reducen la competitividad de la lechería. También mencionó problemas persistentes como la escasez de carburantes, la falta de divisas, los elevados costos de los insumos importados —que representan alrededor del 95% del total utilizado en el rubro— y los bloqueos de carreteras que entorpecen la operatividad del sector.
Rojas explicó que, aunque el clima fue relativamente favorable durante 2025, la crisis económica se profundizó y se tradujo en una caída estimada del 13,21% en la producción de leche en comparación con 2024. Además, los precios del maíz experimentaron un aumento sostenido durante el segundo semestre, alcanzando niveles elevados en noviembre, lo que encareció aún más los insumos básicos para la alimentación del hato lechero.
De cara al 2026, los productores mantienen expectativas de que el Gobierno implemente políticas que permitan estabilizar los costos de producción y ampliar las áreas de cultivos forrajeros, con el objetivo de asegurar el suministro de alimento voluminoso para el ganado lechero y fortalecer la sostenibilidad del sector a largo plazo.
Fuente: El Mundo






