Representantes de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec) señalaron que para alcanzar este propósito son necesarios apoyos a la inversión para los productores de queso artesanal, en función de hacer el producto más durable y que pueda ser adquirido por las tiendas departamentales.

Al anunciar la décima edición de la Expo Láctea, del 27 al 29 de marzo próximos en el estado de Aguascalientes, el presidente del organismo, Miguel Ángel García Paredes, destacó la importancia del queso artesanal para el desarrollo de nuevas industrias en el país.

Y es que, de acuerdo con cifras del organismo, en México se consumen alrededor de 500 mil toneladas anuales de queso, de las cuales 130 mil son importadas y el resto se fabrica en el país y entre 20 y 22 por ciento corresponde a la producción de quesos artesanales.

Explicó que la mayor parte de quesos importados provienen de Estados Unidos y sirven principalmente para pizzerías y hamburgueserías, cuando los queseros mexicanos son capaces de abastecer el mercado, con las adaptaciones adecuadas.

Y aunque hay un importante desarrollo de la actividad en algunos estados de la República, como Hidalgo y Chiapas, su alcance es muy corto debido a que el producto caduca muy rápido, por lo que no pueden ser comercializados a un mayor nivel.

“El queso artesanal puede representar en el futuro inmediato una función muy importante para desarrollar incluso el sur-sureste del país, en donde hay pocas empresas que están comprando leche, pero en la quesería artesanal representan una posibilidad muy grande de absorber leche y generar una producción de quesos razonable”.

Asimismo, se dio a conocer que, por ejemplo, en el caso de Chiapas, en donde se producen unos 420 millones de litros de leche, se producen casi 400 mil toneladas de quesos artesanales, que cubren el mercado local y en los alrededores.

Otro caso es el estado de Hidalgo, conocido por sus quesos artesanales, los cuales se logran a través de la transformación de unos 700 mil litros de leche.

Los quesos, sin embargo, no pueden ser llevados a los anaqueles de las tiendas de autoservicio, debido a que su periodo de caducidad es muy corto, por lo que los productores mueven la mercancía sólo en los mercados locales.

Para impulsar este tipo de producción, señaló, “hay que darles herramientas a los productores, para que se incorporen a la cadena y aprendan a elaborar distintas variedades de quesos”.

Y es que a nivel mundial se conocen unas dos mil variedades, mismas que pueden ser producidas en México y convertirse en un activo de desarrollo.

Lograrlo implicaría la modernización e innovación de infraestructura de las queserías artesanales, para que los productores amplíen los tiempos de caducidad sin perder la característica de artesanal.