La ganadería de leche como herramienta de sostenibilidad es una apuestas fundamental para el agro colombiano, en el que los productores de leche colombianos le han apostado con toda.
Y es la producción agropecuaria sostenible es un desafío global que busca garantizar la seguridad alimentaria, mejorar las condiciones de vida de los productores y preservar la biodiversidad, enfrentando además los efectos del cambio climático y los diferentes efectos que este trae en todos los ámbitos.
Es fundamental que la producción ganadera sea más eficiente y genere cada vez mejores aportes para el medio ambiente. Ante esta coyuntura tan importante, en Colombia diversos grupos de productores de leche han venido adoptando prácticas que integran la sostenibilidad en sus operaciones diarias y potencian sus lecherías como fuentes de nutrición y sostenibilidad para el país.
Dentro de todos los esfuerzos realizados por los productores de leche, hay uno en particular muy interesante. Se trata del programa “Ruta Eco-Bio de Preserva”, que caracteriza ambientalmente proyectos ganaderos y que en las últimas horas publicó los resultados de cinco ganaderías de leche afiliadas a la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Normando (Asonormando).
Estas ganaderías de leche lograron compensar totalmente sus emisiones de gases efecto invernadero y capturar 14,388 toneladas de CO2 adicionales que podrán usar como créditos de carbono, lo que obviamente destaca su contribución a la conservación y la biodiversidad.
Los proyectos demostraron que, la adopción de buenas prácticas ganaderas, la conservación de bosques, protección de cuerpos de agua, y labranza controlada, les permite ser ejemplos de producción agropecuaria responsable y ambientalmente comprometida.
Los prometedores resultados muestran, precisamente, que estos proyectos pueden captar y almacenar carbono, logrando un balance de gases de efecto invernadero negativo; capturan más CO2 que las emisiones equivalentes que generan. En el grupo analizado se encontraron balances de carbono que demostraron capturar entre 9 y 24 toneladas de CO2 por hectárea al año y 3 y 10 kg de CO2 por litro de leche producido.
En total sumaron 14.338 toneladas de CO2 que fueron registradas en unidades para compensación voluntaria de huella de carbono. En conclusión, el esfuerzo de los productores está compensando las emisiones de su actividad y generando captura de CO2 adicional. El uso eficiente de los recursos naturales, la mejora genética y la alimentación adecuada del ganado han incrementado la productividad, generando sistemas productivos sostenibles que resultan en este importante aporte del sector al país.
El trabajo articulado y duro sigue y así se avanza en la medición de otras 20 fincas para seguir documentando ejemplos de modelos productivos ambientalmente comprometidos y motivando la eficiencia e implementación de prácticas trabajando por la sostenibilidad en la producción lechera nacional.
Fue así como los proyectos lecheros que se midieron con la “Ruta Eco-Bio de Preserva” demuestran que es posible integrar la sostenibilidad en la producción agropecuaria en lechería, equilibrando productividad y conservación. Sin duda, es clave promover sectorialmente estas iniciativas para contribuir a la seguridad alimentaria y el bienestar de las futuras generaciones, siendo la colaboración entre organizaciones, gobiernos y el sector privado fundamental para avanzar hacia un futuro sostenible.