En conferencia de prensa, Bruné explicó que los productores no se oponen a que Montevideo cuente con una segunda planta potabilizadora de agua, pero alertaron sobre los problemas que este proyecto podría generar en San José. «El problema es el lío que se deja por esa potabilización. Estamos hablando de toneladas de químicos que se utilizarán diariamente para tratar un agua sumamente compleja y errática», señaló.

El representante de los productores también criticó la ubicación elegida para la planta, la cual estará en un punto de confluencia entre aguas oceánicas y aguas dulces del Paraná. Según Bruné, este lugar requiere un tratamiento químico intensivo para potabilizar el agua, y los residuos generados quedarían en el departamento sin un manejo adecuado. «Hablamos de entre cuatro y seis camiones diarios de lodos químicos que se enterrarán en la zona durante décadas», advirtió.

Además del impacto ambiental, los productores alertaron sobre las repercusiones económicas. Bruné destacó que el área afectada concentra una importante producción agropecuaria, como papas, leche y cereales. «El 80% de la producción de papa del país sale de esta zona. Si destruimos esto, afectamos no solo a San José, sino a todos los uruguayos», expresó.