La leche es uno de los alimentos básicos del ser humano, y su consumo es beneficioso por múltiples razones, especialmente por su aporte a la salud digestiva del organismo.
Los nutrientes presentes en los lácteos ayudan al intestino, uno de los órganos que compone el sistema digestivo y que es considerado como el segundo cerebro del cuerpo, dado que contiene más de 100 millones de neuronas.
Por eso, la Dra. Ana Altamirano, nutricionista de Vita Alimentos, destaca la importancia de los lácteos y sus derivados “para procesar y absorber de manera adecuada los alimentos”, así como para “calmar la ansiedad, concentrarse, desechar los residuos del cuerpo, entre otras bondades que muchas veces se desconocen”.
Altamirano explica que los lácteos contienen macronutrientes como proteínas, grasas e hidratos de carbono, que son metabolizados, absorbidos y eliminados por el aparato digestivo.
Sin embargo, cuando el sistema digestivo no recibe estos nutrientes, no puede proveer al cuerpo de energía y se produce un declive en las funciones neuronales, cambios de humor y problemas de concentración.
Beneficios de consumir productos lácteos
- Fortalece el sistema inmunológico: Al digerir las proteínas de los lácteos en el estómago, se utilizan enzimas digestivas y se absorben en el intestino delgado en forma de aminoácidos. A través de esta función, es posible la reparación y regeneración de tejidos intestinales, fortaleciendo el sistema inmunológico intestinal.
- Facilita la evacuación intestinal: Las enzimas digestivas que se producen gracias a las proteínas también facilitan la descomposición de los alimentos del intestino.
- Regula la acidez estomacal: Los lácteos son ricos en calcio, un micronutriente que es descompuesto en el estómago por ácido clorhídrico y luego absorbido principalmente en el intestino delgado, en donde actúa como regulador de la acidez estomacal. La vitamina D de la leche también tiene un importante papel en este proceso, ya que ayuda en la absorción del calcio.
- Garantiza la motilidad intestinal: Los lácteos contienen grasa e hidratos de carbono como los almidones, fibra, lactosa, entre otros, que cumplen con proporcionar combustible para las funciones digestivas y metabólicas. Además, su aporte de fibra contribuye a mantener la motilidad intestinal.
- Regula el apetito: Las proteínas ayudan a mantener la sensación de saciedad, ayudando a regular el apetito y promover una digestión más equilibrada.
Para aprovechar estos beneficios, la nutricionista de Vita Alimentos recomienda consumir al menos dos vasos de leche al día.
“Esto asegurará la estabilidad de varias funciones del sistema gastrointestinal, siempre que se elijan lácteos seguros, es decir libres de patógenos como la salmonella, y esto se logra con leche pasteurizada y ultrapasteurizada, y con la elección de derivados lácteos enriquecidos con probióticos como es el yogur”, señala.
Qué pasa si soy intolerante a la lactosa
En el caso de presentar problemas de intolerancia a la lactosa, se aconseja elegir leches deslactosadas o descremadas.
El yogur también es una opción ideal en estos casos, pues cuenta con cultivos bacterianos vivos y activos que ayudan a digerir la lactosa.
Al consumir queso, se deben priorizar los quesos duros, ya que son más fáciles de tolerar que los frescos. Si contiene menos de 1 o 2 gramos de azúcar por porción es un queso bajo en lactosa. (I)
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