En Galicia, un nuevo modelo de gestión de la recría promete aportar un impulso significativo a la rentabilidad de las explotaciones lácteas. El centro público Recría Castro, impulsado por la Diputación de Lugo y gestionado por Seragro, ofrece servicios integrales a 60 granjas de leche —en su mayoría de la provincia de Lugo— y actualmente alberga alrededor de 2.600 animales en sus instalaciones.
Fundado en 2018 y ubicado en la Granja Gayoso Castro, el centro ocupa un terreno de 180 hectáreas y cuenta con cultivo de forrajes propios (160 ha), naves adaptadas y sistema de acogida especializado para becerras y novillas. Desde su creación, se propone profesionalizar la fase de reemplazo —una etapa clave, pero muchas veces poco atendida— para que las explotaciones concentren sus recursos en la producción de leche.
¿Por qué es estratégica la recría?
El gerente del centro, Juan Aguiar, señala que “cuando las vacas de reemplazo llegan en óptimas condiciones a la explotación productiva, los resultados se notan”. Al externalizar la recría, las granjas evitan hacer grandes inversiones en infraestructura especializada, entrenamiento de personal o sistemas completos de manejo desde cero. En su lugar, pueden destinar esos recursos a incrementar la carga de lactancia o mejorar la gestión del forraje.
El centro aplica controles rigurosos desde el ingreso de los animales: chequeos veterinarios, análisis sanitarios (como BVD, IBR, paratuberculosis), cuarentenas, medidas de bioseguridad, y protocolos de alimentación progresiva con meta de destete a los 90 días. Todos estos procesos garantizan que los animales regresen a sus fincas de origen en mejores condiciones para incorporarse al rodeo productivo.
Resultados medibles y mejoras en eficiencia
Según los datos del centro, la ganancia diaria media de peso en las terneras durante las primeras etapas es de 0,6 a 0,8 kg/día y llega a 1,1-1,3 kg/día en fases posteriores de crecimiento. Además, el objetivo es que las novillas preñadas salgan del centro con menos de 24 meses de edad al parto, lo que contribuye a un mejor retorno de inversión al integrar animales productivos de mejor calidad genética y sanitaria.
Otro aspecto relevante es que el centro adopta tecnología de punta: detección de celos con collares, seguimiento individual de los animales, peso automático, comederos inteligentes y registros digitales. Todo ello permite una gestión basada en datos y decisiones más rápidas, mejorando la eficiencia del sistema de reemplazo.
Implicancias para la industria láctea
Para el sector lácteo regional y de amplia escala, este tipo de servicios aporta varias ventajas:
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Mejora de la calidad del ganado de reemplazo sin necesidad de que cada granja replique la infraestructura completa.
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Reducción de pérdidas durante la fase de crecimiento de las novillas, mejor estado al momento del parto y mayor productibilidad de las vacas adultas.
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Optimización de recursos: las explotaciones pueden destinar más inversión directamente a producción, ya que la recría está profesionalizada fuera de la línea principal.
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Posibilidad de acceso a mejores razas, mejores índices reproductivos, mayor eficiencia sanitaria y menor riesgo en el reemplazo del rodeo.
En conclusión, profesionalizar la recría no es un gasto secundario: es una decisión estratégica que impacta directamente en la rentabilidad y viabilidad de la explotación láctea. En un contexto de costos crecientes y márgenes ajustados, apostar por el buen reemplazo se convierte en un factor diferenciador.
Fuente: Campo Galego — “Ayudamos a las explotaciones a profesionalizar su recría para ser más rentables” (17 oct 2025) Campo Galego