La reforma, que toca las leyes de Propiedad Industrial y Federal de Protección al Consumidor, se aprobó con 433 votos de todas las bancadas y se turnó al Senado.
En tribuna, para explicar que se trata de proteger a los consumidores, pero también a los productores nacionales, que ven mermados los precios frente a la competencia desleal que se da con la introducción de leche en polvo, el diputado Eduardo Ron (MC), subió a la tribuna con un vaso de leche.
“¡A su salud!”, expresó mientras dio un trago. “¡No más engaños!”, insistió.
Por su parte, Roque Luis Rabelo (Morena) celebró que, de avalarse por el Senado, la reforma obligará a las grandes compañías a comprometerse, al momento de solicitar la renovación de sus registros, que sus productos o servicios “se encuentran libres de engaño o de mala fe”.
En caso de que la Procuraduría Federal del Consumidor detecte que se vende como leche un producto que no es tal, la reforma prevé que “podrá iniciar el procedimiento de declaración administrativa de nulidad del registro respectivo”.
La medida, dijo, mejorará el precio de la leche para los ganaderos mexicanos. “¡Vamos a dejar de tomar agua puerca! Nada de ‘leche’ de almendras y ¡hasta ‘leche’ de guayaba que se vende!”, señaló.