La proteína funcional se consolida como la gran tendencia de la industria láctea en 2025. Cada vez más consumidores buscan lácteos altos en proteína, con beneficios para la salud que van desde mejorar la saciedad hasta apoyar la masa muscular y reforzar la inmunidad.
El segmento de los productos enriquecidos registra un crecimiento sostenido en yogures, bebidas lácteas y quesos, donde la innovación se centra en proteínas de liberación lenta, etiquetas limpias y combinaciones con ingredientes vegetales. Estos desarrollos responden a un mercado cada vez más atento a la nutrición avanzada y al valor agregado en la alimentación diaria.
A la vez, los lácteos funcionales abren la puerta a nuevas oportunidades para productores e industrias. Incorporar este tipo de propuestas no solo impulsa la competitividad, sino que permite acercarse a consumidores que buscan alimentos prácticos, sabrosos y con beneficios medibles para su bienestar. En mercados emergentes, esta tendencia también se percibe como un camino para elevar el consumo y diferenciarse frente a alternativas no lácteas.
Con estas transformaciones, los lácteos dejan de ser solo un alimento básico para convertirse en un vehículo de salud, innovación y desarrollo de mercado, reforzando su lugar en la mesa de los consumidores y en las estrategias de crecimiento de la industria global.
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