Aunque las negociaciones están rotas con la cooperativa Alba, que supone un tercio de la leche con la que trabaja Puleva en Granada, fuentes próximas a la compañía mantienen que esto es así “de momento”, sin que haya reuniones fijadas para retomarlas. Y todo esto en mitad de un juego, un tira y afloja negociador donde aparece en segundo plano la cooperativa Covap, de Córdoba, que además de productora también es envasadora y con la que la sociedad granadina está hablando. Así que se está ante el final de un símbolo en la provincia de Granada con Puleva pero también ante los albores de lo que puede ser un nuevo gran grupo lácteo en la comunidad. Y es que desde enero Covap tiene un acuerdo con Alba Ganaderos con el que gestionan el 88% de la producción láctea de Andalucía.
Fue el pasado viernes cuando Lactalis Puleva dio por enterradas las negociaciones que mantenía con los productores de leche granadinos agrupados dentro de la principal cooperativa de la provincia, Alba Ganaderos, que reúne a cerca de una treintena de productores y que en total engloba hasta 97 vaquerías del resto de Andalucía. El motivo ya excedió la negociación puramente económica, cuando Lactalis Puleva pretendió pagar a los productores 9 céntimos menos que hasta el mes de marzo por el kilo de leche (se compra por toneladas), pasando de un precio de 59 a 50 céntimos, aproximadamente.
Con esa cifra, afirman desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) las explotaciones apenas pueden mantenerse abiertas mientras que con el precio anterior se pueden incluso acometer contrataciones y mejores. Las pérdidas estaban cifradas en 20.000 euros al mes en el sector. Sin embargo, la multinacional se cierra a seguir negociando por “la profunda campaña de desprestigio hacia la compañía y sus marcas” de Alba, lo cual “rompe una historia entre ambas partes que estaba cerca de cumplir el medio siglo de vida”.
Negociaciones rotas
Aun así, fuentes próximas a Lactalis Puleva deslizan que la ruptura de estas negociaciones puede ser provisional. “De momento están rotas”, explican desde el área de comunicación, aunque no hay fecha por ninguna de las partes para evitar que el divorcio entre la láctea y los ganaderos sea definitivo. De momento, la multinacional ha dejado de comprar leche desde el 1 de mayo a la cooperativa Alba, “la única que quedaba sin firmar en la provincia”, según expuso la compañía en un comunicado, lo que ha llevado a los ganaderos a tirar la leche recogida al suelo ante la imposibilidad de venderla o incluso transportarla a otras envasadoras.
El conflicto no parece que se vaya a resolver ni pronto ni de manera sencilla. Según explicó Lactalis en un comunicado, “el proceso de negociación con las cooperativas de ganaderías de Andalucía con las que el grupo aún no tenía contrato para la compra de leche avanza positivamente con la firma de dos nuevos acuerdos”. Además, “esos acuerdos se suman a los más de mil que se han firmado ya entre la compañía y ganaderías de toda España en los últimos meses”. Aun así, Puleva pierde un suministro de 90 millones de litros de leche anuales.
La compañía mantiene que continuará recogiendo leche “con normalidad” a las ganaderías con las que existe un contrato firmado, a las que agradece su confianza y reitera su compromiso con el desarrollo del sector productor de leche andaluz, sin especificar si alguna de ellas es granadina. Sin embargo, desde COAG advierten de que Lactalis Puleva está obrando intentando mantener negociaciones de forma individual con vaquerías que forman parte de la cooperativa Alba Ganaderos, precisamente con la que acaba de romper las negociaciones. Una práctica que no ha sentado nada bien en los asociados.
Acuerdo en enero con Covap
Como fondo subyace también el acuerdo suscrito el pasado mes de enero entre Alba y Covap, donde ambas cooperativas se comprometieron a “avanzar de forma paulatina en la transformación y comercialización conjunta del volumen de leche de vaca que producen los ganaderos de ambas entidades”, y que según sus cifras representan el 88% de los litros recolectados en Andalucía. Es decir, surgiría de la unión de ambas un gigante de productos lácteos y sus derivados. Hasta el momento no se reconocen de manera formal reuniones entre ambas lecheras.
Alba Ganaderos podría encontrar así salida a su producción y aprovecharía el potencial también envasador de la compañía cordobesa, que según apunta una información de El País, también reduce el precio a pagar por el kilo de leche a sus cooperativistas aunque no tanto como Lactalis, tres céntimos menos. En la letra pequeña del acuerdo entre ambas suscrito en enero puede esconderse la situación actual. Entonces, ambas cooperativas decidieron trabajar juntas “para garantizar la sostenibilidad” del sector lácteo y así “sumar el esfuerzo productor y el industrial, la productividad y la proximidad”.
Según anunciaron ambas sociedades, con el acuerdo gestionarán de forma progresiva “la comercialización de la leche de vaca de Alba, con la meta de progresar en su transformación mediante la inversión en proyectos industriales que generen más valor en el territorio de la comunidad y procurar un mayor nivel de integración de los ganaderos“.
El presidente de Covap, Ricardo Delgado Vizcaíno, expresó entonces su “satisfacción” por trabajar unidos en pos de un sector lácteo andaluz “más integrado y más fuerte”, que procurará a los ganaderos y a los demás eslabones de la cadena alimentaria una mayor estabilidad y eficiencia. Mientas, el presidente de Alba Ganadero, José Antonio Bolívar, destacó que este acuerdo era una “asignatura pendiente” del sector productor andaluz, que dotará de las herramientas necesarias para garantizar su futuro.
