Integración
El modelo de producción de La Delfina es un ejemplo de integración vertical. La empresa produce sus propias pasturas, cría y ordeña sus búfalas, y procesa la leche en su planta industrial de 450 metros cuadrados. Además, ha implementado prácticas de alimentación sostenible y cuidado animal que aseguran la calidad de su leche.
“El bienestar animal es clave para nosotros. Nos enfocamos en una dieta equilibrada basada en pasturas y alimentos balanceados. Esto, junto con la selección genética, nos ha permitido mejorar la calidad y eficiencia de la producción”, señala Noguera. “Además, trabajamos para mantener un sistema lo menos intervenido posible, asegurando que nuestros productos reflejen la pureza de la leche de búfala”, añade.
Con planes de lanzar más de 15 nuevos productos en 2025, incluyendo una línea de helados, La Delfina busca consolidarse como líder en el mercado gourmet. Además, la empresa continuará trabajando en la educación del consumidor sobre los beneficios de la leche de búfala, que es más rica en nutrientes y apta para personas con intolerancia a la leche de vaca.
“Queremos que el consumidor entienda lo especial que es nuestro producto. La leche de búfala no solo tiene más nutrientes, sino que también es naturalmente dulce y de una textura incomparable. Además, trabajamos con frutas orgánicas y contamos la certificación de libre de gluten y lecha A2 ”, enfatiza Noguera.
Finalmente, Noguera ve con optimismo el futuro de La Delfina en el ámbito internacional: “Brasil y Chile son mercados maduros que valoran productos gourmet. Estamos preparándonos para exportar, sabiendo que el momento oportuno llegará. Mientras tanto, seguimos perfeccionando nuestras operaciones para estar listos”.
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