Asoleche advirtió que si el fenómeno de El Niño continúa afectando con severidad las zonas de producción lechera del territorio nacional, es altamente probable que se presente una baja en la producción.

A inicio de febrero, por medio de redes sociales, se conoció que en algunos supermercados del centro del país el precio de la leche estaba por el piso. En algunos de estos se encontraba la paca de seis bolsas por debajo de los $20.000. Esto, luego de que el mismo producto llegó en 2023 a superar los $40.000. Incluso, se conoció de algunas pacas de $15.900.

Esto, según el director de Estudios Económicos de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), Óscar Cubillos, no se puede explicar, porque ante la sequía generada por el fenómeno de El Niño hay menor producción y, al contrario, el precio debería estar más alto, sobre todo, en la región Caribe.

Ante el panorama, Infobae Colombia ahora consultó a la Asociación Colombiana de Procesadores de la Leche (Asoleche), gremio que tiene como presidenta ejecutiva a Ana María Gómez. La entidad dio detalles sobre lo que podría pasar con dicho alimento, principalmente ahora que El Niño sigue con su intensidad y el país sigue sin superarlo.

Exactamente, sobre el valor de esta, anotó que desde hace ya varias semanas, algunas zonas de la costa caribe colombiana como Córdoba, Cesar, La Guajira, Magdalena, Atlántico, Bolívar y Sucre, han sido impactadas por el fenómeno de El Niño, y según cifras de Fedegán, ello ha repercutido en pérdidas de alrededor de 400 litros de leche cruda diarios a causa del menor nivel de lluvias.

Ana María Gómez, presidenta ejecutiva de Asoleche – crédito Asoleche

“Hasta el momento y de manera general, los precios se han mantenido estables, como consecuencia de esta situación. Estamos monitoreando de cerca la situación climática y su posible impacto en la oferta nacional de leche”, dijo.

Sin embargo, esta situación climática no se ha presentado de manera uniforme en todo el territorio nacional. En la región Andina, por ejemplo, se presentaron lluvias en los últimos días, favoreciendo las pasturas y minimizando las afectaciones.

También se refirió a la posible alza en el precio del galón de ACPM (diésel) que planea el Gobierno Petro para contrarrestar el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (Fepc), hecho por el que los transportadores de carga advirtieron una subida inminente en los productos de la canasta familiar.

Anotó que, en general, el aumento del precio del ACPM ($9.065 en la actualidad) es un factor que, en mayor o menor medida, afecta los costos de toda la cadena logística de suministro de alimentos, incluido el sector lácteo. Puntualizó que en Asoleche están siempre atentos a las variaciones de estos factores para analizar los impactos en la cadena.

Gómez recordó que, de acuerdo con datos de Raddar, en 2023 el consumo de leche registró una disminución de alrededor de 6% que no deja de ser una noticia preocupante, si se compara con el 8% que cayó el consumo para 2022, aunque evidencia una leve recuperación. Lo que es cierto, es que, en el último tiempo, la tendencia ha sido a la baja en el consumo de leche y sus derivados.

“Resulta necesario promover un mayor consumo de lácteos, especialmente, entre grupos vulnerables como los niños y la tercera edad. Actualmente, en Colombia el consumo promedio por persona está alrededor de 144 litros de leche al año y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mínimo un consumo por persona de 170 litros de leche al año”, indicó.

El consumo de leche en Colombia bajó de manera notable en los últimos años – crédito Ministerio de Agricultura

Ante una posible sobreoferta cuando se supere El Niño, explicó que esta obedece a una variedad de factores, entre ellos y con particular relevancia, el comportamiento del clima. Advirtió que si el fenómeno de El Niño continúa afectando con severidad las zonas de producción lechera del territorio nacional, es altamente probable que se presente una baja en la producción.

Según ella, habrá que seguir monitoreando este comportamiento climático, cuyo comportamiento es cada vez más complejo de predecir, para determinar las reales afectaciones.