Los implicados dicen que detrás de esa acción hay razones de mercado por que las marcas propias de las cadenas de descuento avanzan en el negocio.
"cómo está el ambiente en las empresas agremiadas"

La denuncia de que algunas empresas lácteas estarían agregando lactosueros a la leche tiene a todos los actores del sector en máxima alerta por un caso que, al parecer, no va a quedar en la Acción Popular que fue admitida por el Juzgado Trece Civil del Circuito, porque ya está en manos de la Superintendencia de Industria y Comercio.

Mientras que las firmas implicadas exponen argumentos para rechazar la denuncia, otros industriales respaldan la queja de Roberto Ramírez, quien promueve la Acción Popular contra nueve empresas.

“Nosotros narramos unos hechos y ese organismo es competente para definir qué debe deducir de esos hechos”, señaló Ramírez, al explicar el envío del caso a la Superindustria. Vale recordar que ese organismo de control ya se pronunció por un caso similar en el 2016 e impartió sanciones.

“Estamos concentrados en que no se puede agregar lactosueros a la leche si no se advierte en la etiqueta. Hemos explicado que el costo de sacar un litro de leche en bolsa vale un poco más de $2.000, sin la utilidad, y no entendemos cómo puede venderse leche a $1.800 o $1.900”, dice el directivo de Demogan. Agrega que Colombia acopia unos 19 millones de litros al día y eso quiere decir que al año alcanzan los 7.000 millones de litros. Si se agrega, por ejemplo, el 3% de lactosuero, eso implicaría 210 millones de litros de leche que no se entregan a los consumidores”, indica.

LAS IMPLICADAS

Con lo expuesto por Ramírez, las empresas que están en ‘el ojo del huracán’ son 9: Gloria Colombia S.A., Parmalat Colombia Ltda., Compañía Lechera el Mortiño S.A.S., Lácteos la Esmeralda, Productos Alimenticios El Recreo S.A.S., Alimentos del Valle S.A. (Alival), Doña Leche Alimentos S.A., Productos Lácteos Colfrance y Laktoland S.A.S. (Antes Ceuco).

No se han pronunciado al respecto. Sin embargo, una de ellas dijo a Portafolio que “pareciera existir una estrategia especialmente dirigida en contra de las empresas proveedoras de las cadenas de hard discount”, y añade que en últimas, la investigación atenta de manera directa en contra de los formatos de comercio de bajo costo “que son los que mayores ahorros le trasladan al consumidor”.

Para ello, presentó las cifras del mercado de leche larga vida de Nielsen (Ver gráfico anexo) y argumentan una evolución más favorable para las empresas que se dedican a fabricar marcas propias de los supermercados, y para los fabricantes pequeños que tienen como clientes a las tiendas de barrio.

“En este nuevo contexto de mercado muchas empresas han detectado la oportunidad de participar en el modelo de las cadenas de bajo costo, mediante la manufactura de productos de marca propia que le ofrecen al consumidor unos ahorros importantes”, sostiene.

A FAVOR DE LA QUEJA

Entre las industrias que respaldan la acción popular instaurada por Ramírez, el argumento de las implicadas en que el origen de la polémica es el avance de las marcas propias en el mercado no tiene validez porque, dicen, lo que habría de fondo es el incumplimiento a las normas y un engaño al consumidor.

Las compañías han preferido dejar la vocería de la situación a Asoleche, el gremio que las reúne, y que también tiene entre sus afiliadas a algunas cuestionadas. Sin embargo, se han manifestado de una u otra manera. En el caso de Alpina, una vez se conoció la Acción Popular, hizo un despliegue publicitario con su campaña “Leche Alpina es Leche Leche”.

Por su parte, Alquería le dijo a Portafolio que “no somos parte de la Acción Popular en lo jurídico. En la filosofía, compartimos la preocupación ante una práctica que perjudica a los consumidores, a los ganaderos, a los tenderos, a la misma industria y a toda una cadena productiva que actúa correctamente. Apoyamos a Asoleche la semana pasada en esta iniciativa para que en el país no se venda leche adulterada con lactosuero y en las acciones pertinentes que tomen las autoridades al respecto”.

Incluso, a nombre propio, el presidente de esa empresa, Carlos Enrique Cavelier, respondió a un cuestionamiento que ha surgido sobre su papel en Demogan, movimiento del que es vocero Roberto Ramírez.

“Alquería ha apoyado muchas iniciativas de carácter social. En el desarrollo de esas actividades sociales hace varios años apoyó la creación formal de Demogan, para tener una voz democrática entre los ganaderos, así como ha trabajado con varias iniciativas que tienen que ver con toda la cadena productiva y el desarrollo del sector en el país”, explicó.

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