Osteoporosis, Sarcopenia y Deterioro cognitivo son algunas de las dificultades que enfrentamos hacia la vejez, y existe un alimento en común que puede ayudarnos a contrarrestar estos efectos, con su presencia en la dieta diaria a lo largo de la vida, y que además es un placer: el queso

Osteoporosis, Sarcopenia y Deterioro cognitivo son algunas de las dificultades que enfrentamos hacia la vejez, y existe un alimento en común que puede ayudarnos a contrarrestar estos efectos, con su presencia en la dieta diaria a lo largo de la vida, y que además es un placer: el queso.

Lo que comemos hoy, es energía y regeneración para el ahora, pero nos asegura el bienestar del mañana. Una buena estrategia de alimentación dará frutos a futuro. 

Existen más de 2.000 variedades de queso en el mundo e incontables maneras de utilizarlos. Los diferencia su consistencia y su sabor, y cada uno con características únicas.

Pueden clasificarse por la proveniencia de la leche que los origina: vaca, cabra, oveja, búfala, e incluso mezclas de éstas. Según su proceso de maduración, por su dureza, por su consistencia, por su textura interior, compactos o granulares, con y sin agujeritos como el cheddar o el gruyere, o con agujeritos irregulares como el pategrás. 

También podemos diferenciarlos por su corteza: sin corteza  como los crema, de corteza seca natural, de corteza enmohecida como el brie, o de corteza artificial.

Los quesos son  lácteos deliciosos que puede estar en las preparaciones de cada comida del día, en reuniones y agasajos, juntando a los amigos y la familia alrededor de una picada o una fondue, infaltable en sándwiches, en las tostadas del desayuno, ni hablar de las pizzas, y rallado sobre las pastas y también en su interior como relleno, en cremas y salsas dulces y saladas. En postres, tartas y tortas. En ensaladas como una capresse o una de rúcula, en nuestro gran postre argentino: el vigilante, con dulce de membrillo o batata. 

La lista podría nunca acabar y, porque además es fácil irse por el lado del disfrute a través del sabor, pero no me olvido que llegué hasta aquí porque vine a contarles que el queso es saludable y útil para que en la vejez nos amortigüe el impacto de la osteoporosis, la sarcopenia y el deterioro cognitivo. Veamos por qué lo que consumimos entre el principio y el promedio de nuestras vidas es clave para estar óptimos hacia el final.

Osteoporosis

La osteoporosis se caracteriza por un deterioro sistémico de la masa ósea, la fuerza y la microarquitectura, lo que resulta en un mayor riesgo de fractura por fragilidad, discapacidad, pérdida de independencia e incluso la muerte. Los alimentos ricos en vitamina D y calcio ayudan a prevenirla. El consumo de lácteos como el queso durante toda la vida y en la adultez garantiza la incorporación de todos los compuestos fundamentales en la mantención y el fortalecimiento de la densidad ósea.

Sarcopenia

Consumir queso en todas las etapas de la vida ayuda a nuestro organismo a combatir la sarcopenia, que es la progresiva pérdida de la masa muscular en el envejecimiento, con la consiguiente pérdida de la fuerza y el equilibrio.

El queso, gran fuente de calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc, selenio, vitamina A, riboflavina, vitamina B12 y ácido pantoténico, participa directa e indirectamente con toda esa batería, en la conservación de la estructura funcional muscular, condicionando su desarrollo y correcto funcionamiento, favorece la proliferación de las células que conforman la maquinaria contráctil y la fortaleza de la unión neuromuscular en los inicios de la vida. En la adultez, potencia la salud del músculo esquelético y los efectos del ejercicio sobre la fuerza y resistencia muscular, retrasando su degradación.

Deterioro cognitivo

Se ha estudiado que el consumo de queso puede contribuir de manera significativa a proteger el cerebro. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Iowa, publicado recientemente en el Journal of Alzheimer’s Disease. Este estudio es el primero en su tipo de análisis a gran escala que conecta alimentos específicos con la agudeza cognitiva posterior en la vida y ha permitido comprobar  que el queso es un alimento que tiene una gran propiedad protectora contra el deterioro cognitivo vinculado con la edad. 

En un mundo en el que estamos constantemente expuestos a múltiples voces que intentan  convencernos que somos vulnerables a lo que crecimos creyendo que nos hacía bien, y en el que si comemos con gusto lo hacemos también con culpa, es reconfortante saber que finalmente es bueno lo que nos da placer.

Hoy, queso crema en las tostadas para arrancar el día y no olvidar que ¡consumir lácteos hace bien!

Vos ¿Ya tomaste tu vaso de leche hoy?

 

Valeria Guzmán Hamann

EDAIRYNEWS

 

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